El corazón de la economía aragonesa

La suerte de Aragón está íntimamente unida a la de Opel. Desde que en 1982 el rey Juan Carlos inaugurase la planta de Figueruelas, situada a pocos minutos de la capital zaragozana, la economía de la comunidad pasó a depender de la automoción y General Motors se convirtió en el centro de la economía aragonesa. En los últimos 27 años la planta de Opel ha extendido su influencia. En ella trabajan 7.500 personas, aunque el empleo que genera asciende a más de 15.000 puestos si se suman sus empresas auxiliares y proveedoras. El 80% de la producción de la fábrica talismán sale al extranjero y supone la mitad de las exportaciones aragonesas. De hecho, esa producción y el movimiento económico que genera supone más del 20% del Producto Interior Bruto de la comunidad.

En diciembre, el Parlamento aragonés aprobó una ley para que el Gobierno pudiese conceder a GM un aval de hasta 200 millones de euros para producir, en 2010, la segunda generación del modelo Meriva.