Merkel ensaya su triunfo electoral

La Asamblea federal alemana, una institución integrada por los 612 diputados del Parlamento e igual número de representantes de los 16 estados germanos, reeligió ayer como presidente del país al democristiano Horst Köhler. El aspirante conservador logró derrotar a su adversaria Gesine Schwan, candidata del Partido Socialdemócrata (SPD), gracias a los votos de los miembros de la CDU, la CSU, el Partido Liberal (FPD) y de la pequeña agrupación bávara Electores Libres.

El triunfo de Köhler, alcanzado en la primera ronda por un solo voto, le ahorró a la canciller Angela Merkel un serio revés cuando faltan apenas cuatro meses para las elecciones generales. La candidata socialdemócrata obtuvo 503 apoyos, un resultado que decepcionó a su formación, que esperaba imponerse en la segunda vuelta.

Aunque la función de la Presidencia alemana tiene un marcado carácter representativo y el mandatario es elegido por los diputados del Bundestag y los representantes de los estados federados, el escrutinio del voto secreto es considerado como una importante muestra de unidad de los bloques que respaldan a los respectivos candidatos. La enorme popularidad de Horst Köhler y la férrea disciplina mostrada por las fuerzas conservadoras eliminó el suspense que había marcado en los días previos la reunión celebrada ayer en el Reichstag de Berlín. El aspirante de la CDU se aseguró la reelección en la primera ronda con el menor margen posible, al obtener 613 votos de un total de 1.223. En vísperas de la sesión, el duelo entre Köhler y Schwan había adquirido los tintes de una verdadera batalla electoral entre los dos grandes partidos germanos.

Una sorpresiva victoria de Gesine Schwan, catedrática de Ciencias Políticas y decana de la Universidad Europea de Viadrina (Fráncfort del Oder), habría supuesto un auténtico golpe para Merkel, que busca un segundo mandato en las elecciones de septiembre. Schwan perdió frente a Köhler por 604 contra 589 votos hace cinco años, pese a que logró el apoyo de diez representantes del bloque conservador. Ayer, la candidata tenía esperanzas de que el milagro se produjera realmente.

Presidentes de fútbol

El SPD y Los Verdes contaban con 514 sufragios y soñaban con recibir el apoyo de La Izquierda (90 papeletas) y el voto de protesta de un número indeterminado de representantes conservadores en una hipotética segunda vuelta. Pero la fidelidad de los cuatro partidos a Köhler no dejó margen para la sorpresa en una jornada en la que buena parte del país vivía más pendiente del fútbol. Varios medios alemanes especularon con ironía que la elección del presidente acabaría en un tiempo récord ya que distintos miembros de la Asamblea federal, como el jefe del Gobierno de Baja Sajonia, Christian Wulff, deseaban acabar lo más pronto posible para no perderse la ultima jornada de la Bundesliga en la que tres equipos -Wolfsburg, Bayern Munich y Suttgart- se disputaban el campeonato. Finalmente, Wulff pudo festejar el histórico triunfo del modesto Wolfsburg.

Cuando Köhler fue elegido por primera vez presidente gracias a la CDU, la CSU y el FPD, hace cinco años, era un perfecto desconocido en el país y muy pocos sabían que este economista, de 66 años, había negociado en nombre del canciller Helmut Kohl el Tratado de Maastricht. Además, antes de acceder a la jefatura del Estado ejerció el cargo de director general del FMI. A lo largo de su mandato, Köhler ha sabido ganarse el aprecio de sus compatriotas y una encuesta reciente señalaba que dos tercios de la población deseaba su reelección.

«Horst Köhler es el presidente que Alemania necesita», proclamó la canciller, quien no quiso ocultar que el resultado era una nueva señal a favor de una nueva alianza política para gobernar al país: los dos partidos democristianos (CDU y CSU) y el Partido Liberal.