El cuerpo de una mujer muerta a las afueras de un hospital en Mullivaikal, en Sri Lanka. / Ap
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La ONU pide a Sri Lanka que no bombardee a civiles

Insta al Gobierno a que cumpla el compromiso de cesar la ofensiva contra el reducto de la guerrilla tamil en el noreste del país

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El Consejo de Seguridad de la ONU ha instado al Gobierno de Sri Lanka a que cumpla el compromiso de cesar el bombardeo con artillería pesada del reducto de la guerrilla tamil en el noreste del país, en el que están atrapados decenas de miles de civiles.

"El Consejo de Seguridad expresa su profunda preocupación por las denuncias del uso continuado de artillería pesada en zonas con una alta concentración de civiles, y espera del Gobierno de Sri Lanka que cumpla con sus compromisos en esta materia", ha señalado el presidente de turno del órgano, el embajador ruso Vitaly Churkin. El diplomático ha reiterado el llamamiento del Consejo a los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) a que depongan las armas y permitan la salida de su reducto de los civiles atrapados, al tiempo que ha instado a los dos bandos a adoptar medidas "urgentes" para proteger a los no combatientes. "Exigimos a todas las partes el respeto de sus obligaciones bajo el derecho humanitario internacional (e) instamos al Gobierno de Sri Lanka a adoptar más pasos para facilitar la evacuación de los civiles atrapados y la entrega urgente de ayuda humanitaria", ha agregado.

A petición de Francia e Inglaterra

El embajador ruso ha expresado la condena del Consejo a "los actos de terrorismo" del LTTE, y por el uso de civiles como "escudos humanos", al tiempo que ha reconocido el "derecho legítimo" de Colombo de combatir el terrorismo. La declaración leída por Churkin ha sido adoptada por los quince miembros del máximo órgano de la ONU tras varias e intensas jornadas de negociaciones, en las que se ha logrado superar la reticencia de Rusia y China a inmiscuirse en lo que consideran un asunto interno del Gobierno ceilanés. Los ministros de Exteriores británico, David Miliband, y francés, Barnard Kouchner, solicitaron en persona el pasado lunes al Consejo que se pronunciara sobre el conflicto ceilanés, en el que cientos de civiles han muerto en los bombardeos de los últimos días.

"Es una declaración equilibrada en la que se aborda las dificultades que afronta el Gobierno ceilanés en su lucha contra el terrorismo", ha dicho Churkin, al explicar el visto bueno de su país al texto. Por su parte, el embajador británico, John Sawers, ha destacado satisfecho que, "por primera vez", el Consejo de Seguridad se pronuncia formalmente sobre este conflicto, que dura 26 años.

Unas 50.000 personas se estima que están atrapadas en el área de unos cuatro kilómetros cuadrados en el distrito norteño de Mullaitivu en el que el Ejército tiene arrinconado a los rebeldes, tras una larga y sangrienta ofensiva iniciada el año pasado. Ambos bandos se acusan mutuamente de causar víctimas civiles, pero las reivindicaciones carecen de confirmación independiente porque no hay observadores en la zona de las hostilidades. El LTTE lucha desde 1983 por conseguir un Estado independiente en el norte y este de la isla, donde predomina la etnia tamil.