La mujer que murió en EE UU logró dar a luz una niña antes de fallecer

Judy Trunnell es la primera víctima mortal a causa de la gripe porcina fuera de México, pero su fallecimiento el pasado martes en una pequeña localidad de Texas no causó mayores alarmas en Estados Unidos. Quizás porque los temores sobre los efectos negativos de la enfermedad se han ido disipando con el paso de los días y también por el hecho de que la mujer padecía una enfermedad crónica. Su familia, que ha administrado con cautela la información sobre la vida privada de la fallecida, reveló ayer que Trunnell dio a luz una niña en perfecto estado horas antes de morir. Desafortunadamente, la mujer de 33 años no pudo contemplar a su bebé. Tras dos semanas hospitalizada, su situación empeoró y entró en coma.

Ante el grave deterioro de su salud, los médicos optaron por practicar una cesárea antes de que fuera demasiado tarde para la criatura. «Era una persona maravillosa que ha dedicado su vida a trabajar con niños discapacitados», afirmó Mario Zamora, un primo con quien mantenía una estrecha relación.

Muy querida por sus alumnos y compañeros de trabajo, la mujer vivía en Harlingen, una ciudad de 63.000 habitantes cercana a la frontera de EE UU con México. Como medida de precaución, las autoridades locales ordenaron el cierre de todas las escuelas del distrito hasta el próximo lunes.

Primera etapa

Trunnell acudió al médico para tratarse la gripe el pasado 14 de abril, justo los días en que empezaban a surgir los primeros casos de la enfermedad en la capital mexicana.

Los facultativos diagnosticaron fácilmente una gripe aunque todavía no se había extendido la alarma sobre el virus A/H1N1; y se limitaron a recomendar precauciones adicionales a la mujer dada su condición de enferma crónica. Sólo después de su fallecimiento el centro sanitario donde estuvo ingresada confirmó que padecía la nueva gripe que llegó de los cerdos.