Los jóvenes aún esperan que alguien les explique por qué los obligaron a volver. / ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

La UCA pide a 21 alumnos que no vayan a clase tras regresar de un viaje a México

La empresa organizadora les obligó a volver dos días antes de sus vacaciones en Cancún a pesar de que ninguno de ellos presenta síntomas de la gripe A

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Las autoridades del estado mexicano de Quintana Roo, donde se encuentran los destinos de playa caribeños de Cancún y la Riviera Maya, comenzaron a preparar el pasado jueves la salida de miles de turistas extranjeros a sus países. La decisión, tomada a raíz de la epidemia de la gripe A (conocida hasta ahora como gripe porcina), cogió en pleno viaje de fin de carrera a 21 alumnos de la UCA, en las instalaciones del hotel Blue Bay Esmeralda, en el corazón turístico de Cancún.

La notificación se hizo por el procedimiento de urgencia y mediante una nota por debajo de la puerta al quinto día de vacaciones. Fue la empresa organizadora del viaje la que se encargó de hacérselo saber a los jóvenes, todos de la provincia y estudiantes del último curso de Ciencias Ambientales. Justo al día siguiente de la decisión del Gobierno mexicano, los gaditanos volaban de vuelta dos días antes de la fecha de su pasaje, a pesar de que ninguno de ellos presentaba síntomas y que no había ningún caso confirmado en la zona.

La embajada de España en el país azteca calculaba que habría en torno a 3.500 españoles en el lugar a la espera de ser repatriados. Demasiados para que el flujo de información llegara correctamente. Ése fue el principal problema y lo que generó la alarma entre el grupo gaditano, al que previamente le había pedido la Universidad que no volviera a clase en los próximos diez días. «Se trata sólo de una recomendación y se les ha preguntado primero si les parecía bien», explicaron ayer fuentes de la UCA.

Esta medida se ha llevado a cabo siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de evitar las aglomeraciones si se ha viajado recientemente a México.

Fue el propio rector, Diego Sales, el encargado de realizar la llamada, según dijo ayer Elisabeth Butrón, una de las estudiantes que fue de viaje. «Desde el primer momento la Universidad se ha preocupado de preguntarnos cómo estábamos y nos ha hecho esta recomendación, no nos lo han prohibido, porque ninguno de nosotros tiene síntomas». El consejo es quedarse en casa durante diez días y les garantizan que no habrá problemas para realizar las prácticas que queden pendientes o los posibles exámenes que tuviera previstos en esta semana. La UCA les hizo la petición cuando aún no habían tomado el avión de vuelta. En ese tiempo nadie les informó sobre la medida del Gobierno mexicano, ni familiares, ni autoridades ni la agencia de viajes.

«En el aeropuerto de Cancún nos tomaron la temperatura y rellenamos unos formularios con nuestros datos», explicaron Manuel Facio y Teresa Cordero, compañeros de clase que también fueron al viaje. Dadas estas medidas llegaron a pensar que en Barajas les esperaría un enorme dispositivo de control, pero la realidad dejó corta sus expectativas. «Nos dieron unos documentos para registrar nuestros datos y poco más, ni nos proporcionaron mascarillas en el avión ni al llegar al aeropuerto», recalcó el alumno.

Todos han aceptado la recomendación de la UCA, aunque la consideran «excesiva». Ahora aprovecharán ese tiempo para reclamar los tres días de viaje de los que no han podido disfrutar. «Cuando llegamos a Madrid nadie nos garantizaba la vuelta a Jerez, tal como la teníamos contratada. Vinimos en un vuelo de Iberia el sábado y porque sobraban plazas», lamentó Manuel.

Ayer mismo estaban redactando las hojas de reclamaciones para buscar una solución. Fuentes de la agencia Marsans en la que contrataron el viaje explicaron que no pueden garantizarle la devolución del dinero, puesto que sólo son intermediarios. «Les estamos ayudando a tramitar la documentación para que llegue al mayorista», dijeron. Ése es Mundicolor, que tendrá que valorar la situación.

Según la Organización de Consumidores de Cádiz (OCU), «el seguro tendría que hacerse cargo de resolver el contrato y devolver los días que no se han disfrutado, aunque todo depende de la póliza».