La Gendarmería francesa despliega 150 agentes en busca de los etarras fugados en un monte

La Gendarmería francesa desplegó ayer un dispositivo integrado por 150 agentes en el departamento francés de la Nievre (centro del país) para dar con el paradero de dos etarras que el sábado escaparon a un control. La operación se inscribe en una iniciativa dirigida por la Subdirección Antiterrorista (SDAT).

El capitán Philippe Marestin, portavoz de la Gendarmería, explicó que la zona donde desaparecieron los terroristas estuvo vigilada durante toda la madrugada del domingo. Con las primeras luces del día se reanudó el rastreo en «una zona boscosa, relativamente amplia, en el sector de Moulins Engilbert, a unos 60 kilómetros de la localidad de Nevers». La operación, en la que participa también un helicóptero, recibe el nombre de 'Epervier'. Se trata de un despliegue que habitualmente se realiza cuando las fuerzas de seguridad galas tratan de detener a delincuentes huidos.

La persecución comenzó cuando los dos terroristas se saltaron el sábado por la tarde un control de carretera. Tras dar esquinazo a los agentes, los etarras pararon a repostar en una gasolinera de la localidad Saint Honoré-les-Bains, donde se fueron sin pagar. Denunciado el caso, la Gendarmería reemprendió la persecución para interceptar el Citroën Xsara Picasso, con matrículas falsas, en el que viajaban los sospechosos.

Los etarras perdieron el control del vehículo y se estrellaron en la cuneta, por lo que dejaron abandonado el coche. Ambos se internaron a pie en un bosque de la zona y olvidaron en el coche documentos en euskera.

Al parecer, podrían haber realizado algún disparo contra los agentes, dado que en el parabrisas del vehículo había un orificio de bala, disparada de dentro hacia fuera.