El camino acertado
Encuentran fórmulas de ahorro energético para las empresas en una época de reducción de costes por la crisis
| CÁDIZ Actualizado: Guardar«Nunca se nos pasó por la cabeza convertirnos en emprendedoras». Silvia Sánchez explica así cuáles eran las perspectivas laborales que compartían ella y su socia, Rebeca Arriaga, antes de partir en la singladura empresarial en la que se embarcaron hace ya un año y medio. Ambas se conocieron en el último empleo por cuenta ajena que desempeñaron antes de poner en marcha lo que hoy es Grupo Ailam, una consultoría medioambiental, de sistemas de gestión y de energías renovables. La firma nació en Puerto Real, en la barra de un bar, mientras tapeaban y discutían sobre la viabilidad del proyecto que hoy es una realidad.
«Tras dos años trabajando para otros y acatando decisiones de empresa con las que no estaba de acuerdo, me sentí dispuesta a asumir el riesgo económico de montar una compañía para hacer las cosas a mi modo», explica con rotundidad. Les dijeron que no tendrían beneficios hasta pasados dos años, pero los tuvieron en tan sólo ocho meses. «Nos supimos adaptar a las circunstancias», apunta Silvia, que define a ambas como personas muy analíticas. Era evidente que las energías renovables tienen cada vez más tirón; no se conformaron con esa idea y estudiaron el comportamiento de las administraciones, que cada día fomentan más la implantación de estas nuevas formas de suministro energético.
Una de las líneas de trabajo con la que están cosechando más éxitos es la de ahorro y eficiencia energética. «Lo primero que hacemos es un diagnóstico inicial para evaluar el potencial de ahorro de la empresa en cuestión», describe Silvia. Si a la firma de la que se trate le resulta rentable la diferencia que supone el ahorro de los costes de contratación de la consultoría y decide contar con ellas, hacen un estudio en profundidad en el que entran todas las variables posibles de consumo energético.
«No dudan»
Aseguran que una empresa con equipamiento antiguo puede llegar a ahorrarse hasta un 50% en costes energéticos. «En las conclusiones del estudio proponemos una serie de cambios al cliente, la decisión sobre su implementación depende de éste, pero nosotras también nos encargamos de gestionar todo lo relativo a las medidas que se tomen», precisa.
En cuanto un empresario oye que puede llegar a ahorrarse un buen pico en consumo de energía, «se le encienden los ojos y no duda en contratarnos», apunta. En cierto modo, la crisis económica les está beneficiando porque todas las compañías buscan fórmulas con las que reducir sus costes tanto como les sea posible. Silvia tampoco duda al pensar en la aventura empresarial: «Hemos acertado al escoger este camino».
jlopez@lavozdigital.es
