Un gol de Marcelo mantiene vivo al Real Madrid de Juande Ramos

Sin brillo pero sin pausa, el Madrid de Juande ganó por la mínima en Huelva y se mantiene perseverante en su intento de dar caza al Barça. Ya suma 46 de los últimos 48 puntos en litigio. Fue de menos a más en el Nuevo Colombino y ganó merced a un gran gol de Marcelo en un contragolpe forjado junto a Gago en los albores de la segunda mitad. Las paradas de Iker, la fortaleza de Pepe, el buen hacer de Gago y su calidad arriba le bastaron para seguir la estela de un líder que parece intratable y hundir un poco más a un Decano que asustó al principio, pero no tuvo capacidad de reacción cuando se puso en desventaja.

El Recre demostró desde el arranque que no iba de farol. Dijo Lucas Alcaraz que su equipo podía ganar al Madrid , a pesar de que sólo había sumado uno de los 15 últimos puntos y ordenó a sus hombres que adelantaran su defensa y le presionaran arriba. Y esa actitud valiente incomodó durante toda la primera parte a los de Juande. Una galopada en diagonal de Robben fue el único susto serio que se llevó Riesgo en ese lapso. En cambio, Iker Casillas tuvo que hacer dos intervenciones de gran mérito. Una salida para tapar a Aitor y una mano abajo a tiro de Sisi.

El panorama cambió por completo en la reanudación.Tres minutos, buen desmarque sin balón de Marcelo, gran pase de Gago, internada de brasileño y buena definición. Ese gol dejó muy tocados a los onubenses. Sin hacer nada del otro mundo, los blancos se sentían más seguros. Mostraban solidez atrás y en sus contras se presentaban ante el portero donostiarra, extraordinario en los mano a mano con Robben. Si no es por él, el Madrid hubiera goleado al contragolpe

Con el resultado a favor, Juande hizo cambios reservones. Retiró a Huntelaar y reforzó la zona ancha con Sneijder, tocado en un gemelo durante toda la semana y lesionado en el descuento. Los locales sufrían ya síntomas de cansancio y encima tenían que arriesgar. El Recre se hizo muy largo, se quedó sin centro del campo y el Madrid manejó la situación sin problemas. Más reprochable todavía lo que hizo el técnico manchego en el tramo final, cuando prescindió de Robben para apuntalar la zaga con Miguel Torres. Pero todo le sirvió para cumplir el objetivo.