Confiemos

De negocio grave es la situación que atraviesa el planeta. Por los cuatro puntos cardinales, entendidos y no entendidos y o agoreros, avisan de la que nos espera. La mutación económica se expone por algunos mandatarios en sus respectivos gobiernos de oposición para erosionar al establecido y oficial, como ineptitud, incapacidad, torpeza en las decisiones, para dar comunicados apocalípticos imputables sólo a un Estado y no, como problema de ámbito internacional. Pero los receptores del mensaje a los que se pretende preocupar más que informar, saben lo que es pasar crisis y superarlas. Es evidente que, en el caso de España, la crisis tiene sus peculiaridades, que nos están haciendo sufrir graves situaciones, pero también es evidente, que no hay un país que se libre de sus efectos negativos. Por eso no se debe intoxicar al ciudadano de cada Estado con mensajes catastrofistas, de que el mal que se padece es el fruto de una desafortunada gestión de cada uno sus gobiernos en particular.

Los mayores hemos pasado por crisis más agudas, que su recuerdo nefasto me impide nombrar y que ha dejado en el alma de cada uno de los afectados un poso de dolor que no podremos olvidar. No se me olvida el dicho '¡Contigo mi amor pan y cebollas!', que escuchaba a jóvenes enamorados deseosos de emprender una vida en precario juntos. Hoy los tiempos son mejores. La crisis es más llevadera, con amor y paciencia lograremos superarla. Contagiémonos de las disposiciones anímicas de nuestros mandatarios y confiemos. Aquél tiempo pasado fue peor.