El sector turístico gana confianza de cara al verano tras el éxito de Semana Santa

Dicen los profesionales del sector que la Semana Santa es la prueba de fuego que marca el desarrollo del verano. Y con esta premisa, los hoteleros han recobrado algo de esperanza para afrontar la temporada veraniega en plena crisis económica internacional.

Los buenos augurios se sustentan en que esta Semana de Pasión ha superado en 14 puntos la ocupación hotelera, respecto al mismo periodo del año anterior. De tal forma que si en 2008 la ocupación hotelera media provincial apenas superó el 68% desde el Jueves Santo al Domingo de Resurrección, este año se ha sobrepasado el 82%. Incluso las previsiones más optimistas apuntaban una ocupación algo menor antes de la llegada de los días de fiesta -no más del 80%-.

El presidente de los hosteleros, Antonio de María, explicó que esta prueba es fundamental para afrontar el verano porque «a pesar de que aún no se ha reservado nada, ya sabemos que el turista sigue contando con Cádiz para sus vacaciones».

El representante de los hoteleros incluidos en Horeca, Antonio Real, explicó que estas buenas cifras no cambiarán la baja rentabilidad de los negocios hoteleros «puesto que hablamos de tres noches de hotel, pero sí es bueno saber que se cumplen las expectativas. Eso ya es un éxito».

Para Real, «tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo, ya que tenemos las mismas plazas hoteleras que hace dos años y contamos con menos turismo de negocio. Necesitamos más eventos que suban los datos desde el inicio de la primavera hasta la llegada del verano».

El secreto del buen comportamiento del turismo en la provincia durante esta Semana Santa radica, según estos profesionales, en una receta muy concreta: buen clima, una oferta completa -que abarca sol y playa, tradiciones, sierra, gastronomía enología- y una estupenda relación calidad-precio. Como desgranó el presidente de los hosteleros de la provincia, Antonio de María, «el comportamiento del clima ha sido fundamental y, de hecho, pienso que si no hubieran anunciado que el Viernes Santo habría precipitaciones, aún hubiésemos llenado más». Para Real, lo que ha diferenciado a la provincia de otros destinos menos demandados es esa combinación.

Suben todas

Por localidades, las que más demanda media han tenido son San Fernando y Tarifa, con un 94,2 por ciento y un 91 por ciento de ocupación hotelera, respectivamente. Pero hay que matizar que estos municipios cuentan con menor número de camas que otros como Chiclana -donde se ha rozado un 84% de ocupación- y Conil -con más del 81% de sus plazas ocupadas-.

Jerez es el ejemplo de localidad que mantiene el tipo con las mimas cifras de ocupación, en torno al 72 por ciento durante la Semana Santa de 2008 y la de 2009.

Es especialmente llamativa la subida de la afluencia en Arcos de la Frontera, donde se ha pasado de un escaso 45,8 por ciento, a casi un 70 por ciento, casi 25 puntos de una Semana Santa a otra.

En la capital, con algo más de un 89 por ciento de sus camas ocupadas se ha registrado una subida de ocho puntos. Y según las cifras de consultas en los puntos de información turística, han sido más de 2.000, respecto a la misma festividad de 2008.

Según explicó el concejal de Turismo de Cádiz, Bruno García, «hemos notado un aumento de la afluencia de extranjeros en Cádiz, hasta el 40% del total de los visitantes, algo muy revelador teniendo en cuenta que se trata de una fiesta tradicional».

Alquileres caros

Otro factor determinante es el precio de los alquileres turísticos. Durante estas vacaciones de Semana Santa, el alquiler de apartamentos bajó en la capital un 15 por ciento respecto al año pasado, según fuentes inmobiliarias gaditanas, a pesar de que las tarifas se han ajustado un poco tras el fin de la burbuja inmobiliaria, los visitantes se decantan por alojarse en un hotel antes que en un piso de alquiler.

Esta opción turística es difícil de evaluar, ya que pocos están homologados como alojamientos turísticos y la mayoría se escapa a cualquier control.

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