semana Santa

Salida histórica para enlazar con la noche más larga de la Pasión isleña

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Ya se atisba el final de la Semana Santa tras sobrepasar ayer el ecuador de las salidas procesionales con uno de los momentos más ansiados por los cofrades, especialmente por los devotos del Perdón tras ver salir el paso de misterio por la nueva puerta lateral de la Parroquia de la Inmaculada, de forma que no fue necesario realizar la exaltación del Cristo. Pero, también fue un día de estrenos para las otras dos hermandades que completaron el Jueves Santo. En este caso, los cambios se observaron en el itinerario que siguieron tanto Misericordia como el Silencio, está última teniéndose que adaptar a las condiciones que presentan las obras del tranvía a su paso por la calle Real. Pero sin que finalmente el primer tramo de su recorrido estuviera iluminado, a pesar de los desniveles que presentaba la entrada del templo de San Francisco.

Una jornada que dio pasó a la madrugada más larga de la Semana de Pasión isleña con el protagonismo del Nazareno, una de las salidas más esperadas por todos los fieles.

Nueva salida

Media hora había adelantado su salida la hermandad del Perdón, primera en procesionar en el Jueves Santo, y multitudinaria fue la presencia de personas que no faltaron a uno de los estrenos más esperados de la Semana Santa, la salida del paso de misterio por la nueva puerta lateral de la Parroquia de la Inmaculada. Un momento histórico, que evitó que se realizara el acto de exaltación de su titular. Además, se pudo observar por las calles el acabado del paso, cuya ejecución de las fases correspondientes al dorado se realizó el año pasado y cuyo estreno ha tenido que esperar a esta Semana Santa debido a que la lluvia impidió su salida en el anterior Jueves Santo.

La banda de cornetas y tambores Virgen del Carmen de San Fernando, acompañaba a un paso realizado en los talleres sevillanos de Antonio Díaz y que fue llevado por una cuadrilla de la asociación Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC), siendo en la calle Patrona en la que más vistoso lució el cortejo.

En su único paso, de estilo neobarroco, se representa a Jesús crucificado, agonizante, encomendándose a Dios, implorando el perdón para todos los mortales, siendo obra del imaginero isleño Antonio Bey.

Sus penitentes tiñeron de color negro las calles de La Casería, un luto que ya acercó el último suspiro de Jesús en la que fue la primera de las procesiones en discurrir por la ciudad ayer.

De nuevo en La Pastora

La tercera hermandad de penitencia de la Pastora también adelantó su salida con respecto a años anteriores. Misericordia hizo un itinerario nuevo bajando a Capitanía en vez de continuar por la calle Colón.

Entre sus estrenos más destacados se encontraba la gloria del techo del palio de María Santísima de la Piedad, que estuvo acompañada por la Banda de Música Municipal, bordado por Rosario Bernardino basándose en una pintura realizada por el licenciado en Bellas Artes José Manuel Bonilla. Uno de los palios más completos de todos cuantos procesionan en La Isla.

Una salida que despedía los recorridos procesionales procedentes de La Pastora que se engalanó por última vez recibiendo una numerosa asistencia de fieles, al igual que ocurriera en días anteriores, aunque en esta ocasión con más personas en la calle a medida que fue cayendo la tarde y se acercaba el momento de vivir la madrugada, siendo la Iglesia Mayor una cita obligada.

Sus penitentes, vestidos con un hábito negro de cola, antifaz del mismo color y fajín de esparto azul, bañaron el recorrido de solemnidad en una tarde de nuevo fría. Su majestuoso misterio con un hermoso canasto de los llamados 'pecho paloma' estaba coronado por Jesús cargado con la Cruz camino del Calvario y ayudado por Simón de Cirene. también está en la escena la Santa Mujer Verónica que muestra el pañuelo en el que ha quedado impresa la cara del Señor tras haber limpiado su sangre. Un titular que ha sido varias veces restaurados, en la última ocasión por el imaginero local Alfonso Berraquero.

Al final sin luz

El oscuro y silente procesionar de la Hermandad de Expiración no se vio roto por las obras del tranvía, ya que aunque estaba anunciado que en el primer tramo de su recorrido era necesario que la mitad de los focos instalados permanecieran encendido para que los fieles no sufrieran percances ocasionados por los desniveles que conforman la vía, las luces desde San Francisco a Plaza del Rey se apagaron. De hecho el paso cogió finalmente por el centro y no por los laterales enlosados como también se anunció.

Juan Foncubierta Rojas, presidente de Cáritas Parroquial de San Francisco, y colaborador acérrimo con la Cofradía, en el Cristo, se encargó de dar los toques de honor en el paso de misterio, mientras que Luis de Celis Sirviente, pregonero 2008 de la Virgen de la Esperanza fue el encargado de hacer lo mismo pero con el palio, que estrenó una rosa de pasión en plata, aunque no fue lo único que estrenó la procesión.

A partir de ahí nuevos rincones fueron descubiertos por un cortejo que enlazó directamente con la noche del Nazareno. Un recorrido sobrio, al igual que el diseño de los pasos, el de misterio de madera tallada y barnizada y el palio con la Sorfebrería de Seco Velasco.