El reto de conil

Este año celebramos el 30 aniversario de la constitución de los primeros ayuntamientos democráticos. En este periodo los consistorios han jugado un papel importante en el aprendizaje de la ciudadanía del funcionamiento democrático, al mismo tiempo que las corporaciones locales han realizado un esfuerzo enorme en mejorar los pueblos y la calidad de vida de sus vecinos. Pero 30 años después, en un contexto de crisis, el poder municipal no ha conseguido un sistema de financiación adecuado a los retos y a las necesidades de nuestros municipios. Ni las competencias están claras ni es verdad lo de la autonomía local recogido en la Constitución, ni siquiera existe una nueva ley de régimen local adaptada a estos tiempos, la actual data de 1985 con reformas parciales que no han solucionado el problema. En Andalucía tampoco se ha desarrollado ninguna legislación autonómica en este sentido. Muchos alcaldes nos sentimos defraudados. Las migajas del Plan de inversión Local y el Proteja son un parche que no solucionan el problema estructural de los ayuntamientos. Los parados se dirigen a los consistorios en busca de trabajo o ayudas, pero estos no tienen recursos para dar respuesta adecuada ante los efectos de la crisis. Pero existen algunos políticos con responsabilidades provinciales que, en vez de preocuparse de cómo la crisis afecta a la provincia y de la situación tan grave de los desempleados, se dedican a hacer predicciones mediáticas de los posibles resultados en las elecciones municipales de dentro de 2 años y medio. No merecería mención alguna por mi parte, sino fuera por que manifestó que entre otros municipios, el reto era que su partido gobernara Conil. Indudablemente nadie le quita legitimidad para expresar su opinión, pero la cuestión se complica cuando a los que quieren desalojar del poder municipal en Conil, lo sostienen en el gobierno de la Diputación. Es como decir, mantenme en el poder pero yo afilaré los cuchillos para desalojarte del gobierno local. Pienso que sobraba, referirse a Conil, por respeto y educación hacia su socio de gobierno. La lealtad no debe ser retórica, tiene que demostrarse en correspondencia con la que demostramos en nuestra vida cotidiana. En Conil gobierna IU desde 1995, y creo que es lo mejor que le ha pasado a mi pueblo. Ha avanzado en todos los aspectos, sin clientelismos, con dignidad, sin estridencias, a contracorriente, pero ha cambiado completamente superando atrasos históricos, que gobiernos anteriores del PSOE no fueron capaces de solventar. IU todavía es hoy parte de la solución de los retos que tenemos planteados. Si para algunos el reto es conquistar el poder municipal en Conil, para mi como alcalde y para mis compañeros es el futuro de nuestro pueblo lo que nos interesa. Nuestros objetivos marcados en el Plan estratégico son que Conil crezca en función de los recursos y calidad de vida, mantener su patrimonio, aprovechar la potencialidad para generar empleo estable y modernizar los mecanismos de participación social. Como los salmones, IU de Conil siempre ha trabajado a contracorriente, por eso estas declaraciones nos sirven de motivación para seguir luchando y juramentarnos para mantener la hegemonía política y social en nuestro pueblo. Vázquez Montalbán en Panfleto desde el planeta de los simios decía «Hemos de juramentarnos para no ser nunca más cómplices de Calígula cuando quiera nombrar procónsul a su caballo». Durante las últimas 4 legislaturas nos hemos juramentado para no ser cómplices de ningún Calígula y auguro que en la próxima ocurrirá igual, pues seguimos serenos y combativos.