Tragedia EN L'AQUILA

Berlusconi compara la situación de los refugiados por el terremoto de Italia con un «fin de semana de camping»

Llegan los primeros voluntarios españoles, los únicos extranjeros que han tenido acceso a la zona

ITALIA Actualizado: Guardar
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La tierra sigue temblando mientras los equipos de rescate continúan la labor de desescombro en L'Aquila sin la esperanza de encontrar a nadie con vida. Desde el epicentro del terremoto, donde Silvio Berlusconi ha viajado por tercera jornada consecutiva, el primer ministro italiano ha sido el encargado de ofrecer la nueva cifra de víctimas mortales: 272, 16 de ellas niños. Todavía quedan seis cuerpos por identificar. La polémica ha llegado por unas declaraciones del mandatario a una televisión alemana. "No les falta de nada, tienen atención médica, comida caliente... Claro que su refugio actual es completamente provisional pero, justamente, hay que tomárselo como un fin de semana de camping", apuntaba en N-TV en referencia a los damnificados.

Las réplicas del terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter del lunes se suceden dos días después aunque la más fuerte fue la registrada ayer por la tarde, que alcanzó los 5,3 grados de intensidad y que pudo sentirse en Roma. Estas réplicas réplicas mantienen en vilo a las cerca de 28.000 personas que, según Berlusconi, se han quedado sin casa por los movimientos telúricos y a los que las autoridades italianas han recolocado en hoteles cercanos. Las temperaturas han descendido esta noche en L'Aquila hasta los cuatro grados y los afectados han vivido con pánico dos nuevas réplicas a las 5.00 horas (3.00 GMT) y 6.27 (4.27 GMT) de 3,5 y 3,7 grados de magnitud en la escala Richter, respectivamente, que no ayudan a levantar los ánimos.

Según Berlusconi, más de 150 hoteles han sido habilitados como refugio para más de 10.000 de esos 28.000 evacuados, que han tenido que pasar las últimas noches bien en los 31 campamentos establecidos al efecto con 2.960 tiendas de campaña y 24 cocinas, o bien en sus coches o en casas de familiares y amigos de zonas no afectadas. El primer ministro italiano, que ha asegurado que no ha dormido en las últimas 44 horas, ha definido la situación de los evacuados como el "gran problema" al que han tenido que hacer frente los equipos que trabajan en la zona, compuestos por más de 2.000 bomberos, 1.500 militares, 2.000 miembros de las fuerzas del orden y 3.000 voluntarios.

Berlusconi ha hecho referencia a los posibles saqueos que puedan producirse entre el caos en el que ha quedado sumida la región de Los Abruzos y se ha comprometido a introducir en el código italiano de un "nuevo tipo de delito penal" contra quienes lleven a cabo este tipo de acciones y "las penas serán muy duras". El primer ministro ha anunciado también 16 millones de euros para reconstruir inmediatamente la Casa del Estudiante de L'Aquila, la capital de Los Abruzos, entre cuyos escombros aparecieron ayer los cuerpos sin vida de los cuatro estudiantes desaparecidos.

Funeral de estado el viernes

El funeral de estado por los fallecidos tendrá lugar el próximo viernes. Poco después de fijarse la fecha el Papa ha anunciaba que visitará "apenas sea posible" la región devastada del centro de Italia. El Pontífice ha renovado "su cercanía espiritual a la querida comunidad de L'Aquila y a los pueblos vecinos tan golpeada por violentos fenómenos sísmicos de los días pasados que han provocado numerosas víctimas, tantos heridos" e ingentes daños materiales.

Tres voluntarios españoles ya están en L'Aquila, probablemente los únicos extranjeros que están participando en las labores de rescate, porque los servicios de emergencia italianos no están dejando entrar a nadie más. Los tres trabajan para la ONG K9 y con ellos llevan tres perros adiestrados para encontrar cadáveres.

"Somos los únicos extranjeros que hemos entrado porque tenemos a los perros especializados en búsqueda de cadáveres. Los servicios de emergencia italianos creen que pueden hacer frente a la situación ellos solos", ha explicado Christian, un mosso que ha pedido permiso en el cuerpo para poder participar en las operaciones de rescate. Los otros dos voluntarios son Pere y José Luis, jardinero y camionero, respectivamente.