Naútica de recreo

Como armador de embarcación de recreo, y para cumplir con la legalidad vigente en la materia, intento mantenerme informado de las normas que la regulan. No obstante, su complejidad y la intención de algunas, cuanto menos protectoras o abusivas me impiden la tranquilidad y seguridad de su cumplimiento, además de que, parecen alejarse de la normativa existente en el resto de la UE. La sensación general que tenemos los aficionados es la de que esas leyes vienen vinculadas a motivos mercantiles con los que los navegantes de recreo nada tenemos que ver, tenemos la sensación de que se legisla para pequeñas embarcaciones como si fueran buques y que se cree que quien navega dispone de recursos ilimitados.

Es preciso que los responsables de regular este sector entiendan la náutica de recreo como lo que es, no sólo un hobby, sino una actividad deportiva de gran trascendencia. Reconocemos que la navegación deportiva parece estar reservada sólo a las clases adineradas, por contraposición a países como, por ejemplo, Francia o Gran Bretaña, donde se entiende la náutica de recreo de modo diferente por las autoridades; y así se interpreta por la cantidad de normas y obligaciones que la Dirección General de la Marina Mercante, el Ministerio de Fomento y el de Hacienda dictan continuamente.