Opinion

Nacionalización

| Sevilla Actualizado: Guardar
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La avaricia de la banca no tiene límites y llega a la más absoluta inmoralidad pidiendo préstamos de dinero público para resolver sus problemas de mala gestión e invirtiendo parte de ese dinero en sus sueldos multimillonarios. Vas a pedir un crédito y te lo niegan, cuando ese dinero se les dio para ese fin. Si los gobiernos no tienen un férreo control de los dineros, estos señores seguirán haciendo de su capa un sayo, siendo una alternativa al poder establecido democráticamente. No olvidemos que es el único ente no público que nos controla totalmente. Y la guinda de este pastel la pone el mismo gobernador del Banco de España diciendo que «hay que renunciar a los derechos laborales». Su cinismo no conoce fronteras. Lo natural sería, en estos tiempos de crisis provocada por su desmesura, la nacionalización de la banca, ocurrió en Francia hace menos de dos décadas y hay gobiernos que no lo descartan.