La crisis golpea a los hoteles

España está en recesión, y eso se nota cuando toca ir de vacaciones. Ni las bajadas de precios ni las ofertas de último minuto han conseguido evitar la caída del negocio del sector turístico en Semana Santa, una de sus habituales épocas de mayor actividad. La tasa media de ocupación de los establecimientos españoles en estas fiestas será del 75%, un 10% menos que en 2008 e inferior a la de 2007, según datos publicados por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), que esperaba un repunte en primavera tras un invierno negro.

Crisis no equivale a quedarse en casa, pero sí a un cambio de hábitos en los viajes para ajustarlos a la capacidad de cada bolsillo. En ese sentido, los expertos aseguran que los españoles han recortado en lo posible su presupuesto. Para ello, han optado por reducir el número de días de sus estancias, han sustituido el avión por el coche y se han conformado con destinos nacionales. Quienes puedan, además, cambiarán los hoteles, apartamentos y otro tipo de establecimientos de alquiler por segundas viviendas o casas de familiares y amigos. Cualquier cosa antes que renunciar a la escapada.

Otro efecto de la recesión es que cada vez más turistas hacen sus reservas en el último momento, porque les cuesta más decidirse a contratar el viaje o porque aspiran a beneficiarse de tarifas de última hora, más reducidas. Según datos de Cehat, a primeros de marzo las reservas para esta Semana Santa estaban todavía al 30%, y la mitad de las plazas se contrataron entre el 20 y el 31 de ese mes, es decir, a pocos días las vacaciones. Ante ese panorama, y tras un invierno «muy difícil», los hoteleros han aplicado a sus tarifas rebajas con respecto al año pasado del 12% al 15% en establecimientos urbanos, y del 5% al 8% en los destinos de sol y playa.

El presidente de Cehat, Juan Molas, confiesa que los empresarios del sector «hemos tenido que adaptar los precios a la situación» actual. Aún así, no están «satisfechos» con la previsión para estos días. Su última referencia es el puente del día del padre, en el que la tasa de ocupación fue del 80%, cinco puntos por encima de la esperada estas vacaciones. Y eso a pesar de que el día de San José, 19 de marzo, sólo fue festivo en nueve comunidades. Ese porcentaje, 80%, marca el límite de lo que las empresas consideran un buen comportamiento de la demanda, según fuentes del sector.

Mayoría de españoles

La patronal de los hoteleros resalta el descenso que registrará la llegada de extranjeros, a pesar del atractivo que la Semana Santa puede tener para los foráneos en algunos destinos, sobre todo de Andalucía y Castilla y León. Las reservas realizadas apuntan a que el 70% de los viajeros que acogerán en sus establecimientos son españoles.

Por territorios, está previsto que superen la media de ocupación Extremadura, que podría llegar al 85%, Asturias, Murcia, Aragón y Andalucía, que estarán las cuatro en torno al 80%. Por debajo de la media podrían quedarse Cantabria, Canarias, la Rioja (al 70%) y las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, que resultarán mucho más afectadas que otros destinos por el bajón en la llegada de viajeros procedentes de Europa, Estados Unidos y Japón. En el caso de la capital, también se ve perjudicada por el elevado número de establecimientos abiertos en el último año.

Cehat también ha hecho públicos los datos de una encuesta realizada entre 27.000 ciudadanos de la Unión Europea, para avanzar sus previsiones de cara al primer verano de la recesión. A pesar de las dificultades, el 41% de los europeos asegura que tendrá vacaciones, pero de ellos el 48% se quedará en su país. El 19% dice estar «seguro» de que no viajará. El 14%ya ya tiene decidido que pasará sus vacaciones en España, frente al 11,9% que dice que irá a Italia, y el 11,1% que optará por Francia. Esos datos aportan «cierta tranquilidad» al sector de cara a la temporada de julio-septiembre, pues demuestran que «España sigue siendo un destino preferente» para muchos europeos.