Una buena noticia

Con motivo de la victoria del Partido Popular en las elecciones municipales de 1995 se produce, como es lógico en una sociedad democrática, lo que se puede calificar como traspaso ordenado de poderes entre concejales que finalizan su actividad por expiración de mandato y aquellos otros que se hacen cargo de la gobernabilidad de la ciudad. Los miembros del go-bierno municipal saliente informan a los ediles del PP sobre los proyectos que se encuentran en fase de desarrollo y sobre los asuntos que consideran de interés para Cádiz.

Entre la documentación entregada a los nuevos gestores figura, si la memoria no me falla, un convenio suscrito entre la Empresa Pública de Puertos de la Junta, la Secretaría de Estado de Deportes, el Ayuntamiento y la Administración portuaria. No lo recuerdo bien, pero creo que estas son las entidades firmantes del acuerdo.

Lo importante ,de todos mo-dos ,es el objeto del convenio: la puesta en marcha de una serie de actuaciones en Puerto América y en el dique de San Felipe junto con el compromiso de la administración autonómica de desembolsar 500 millones de pesetas para hacerlas posibles. Todavía no me explico -lo he comentado en varias ocasiones- por qué el convenio no llega a ejecutarse.

Desde entonces transcurren nada menos que 14 años, se pierde un centro de alto rendimiento de vela y se celebra, poco antes, un campeonato del mundo de vela que pudo significar, en su día, el lanzamiento de la Bahía como campo de regatas de carácter nacional e internacional.

Ahora, por fin, la Consejería de Obras Públicas nos anuncia importantes inversiones para ampliar el número de atraques en aguas gaditanas, en especial en Puerto América y en la Barriada de la Paz. Sin duda, una buena noticia.

Esperemos que en esta ocasión los proyectos previstos se materialicen lo más pronto posible. Estoy firmemente convencido de que la inversión, tarde o temprano, tendrá una importante rentabilidad económica y social en el conjunto de la Bahía. Mientras tanto, se hace recomendable iniciar una campaña para fomentar la práctica de la vela entre niños y jóvenes.

Al mismo tiempo es conveniente realizar una intensa promoción de la Bahía como lugar privilegiado para disfrutar de los deportes náuticos. Aquí sí que estaría más que justificado gastar dinero público en publicidad institucional. Seguro que nadie lo cuestionaría.