EL PRIMERO. El Despojado celebró su primer besapiés de la Cuaresma en Salesianos.
CÁDIZ

Viernes de Pasión como antesala a la Semana Mayor

Las cofradías celebraron ayer diversos actos en sus sedes canónicas como preludio a la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo

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Viernes de Pasión. Antiguo Viernes de Dolores. Y Cádiz ya se prepara para vivir la Semana Santa de 2009. En los templos, los pasos procesionales esperan su momento de salir a la calle con cada uno de los titulares de las cofradías y hermandades gaditanas. Los enseres, cirios y túnicas ya están preparados para ser utilizados por los hermanos de fila y formar el cortejo durante la Semana de Pasión. Y es que ayer fue la antesala de lo que vivirá en la ciudad hasta el próximo 12 de abril.

Desde por la mañana, las puertas de la iglesia de Salesianos se abrieron para celebrar el primer besamanos presidido por la imagen tras su bendición. La imagen de Romero Zafra, ubicada en el altar mayor del templo del colegio salesiano, recibió a numerosos devotos que, además, realizaron una ofrenda floral.

Además, en este colegio se celebra el pregón de la Semana Santa a cargo de uno de los alumnos del centro educativo. Un acto que ya se ha convertido en una tradición antes de la celebración de la Semana Santa.

En la iglesia de Santa María no fue un viernes cualquiera. La tradición hace que ese día los devotos se acerquen a ver al Nazareno, pero ayer fue especial, ya que se celebraba la festividad de Santa María al pie de la Cruz y la imagen de Nuestra Señora de los Dolores también estaba expuesta en besamanos.

El reguero de fieles fue continúo durante toda la jornada que se acercaban hasta la iglesia de Santa María para rezarle al Regidor Perpetuo de la ciudad.

Santa Cruz

A pocos metros, en la parroquia de Santa Cruz, las hermandades del Perdón y Sanidad también celebraron la ceremonia de besapiés y besamanos a sus titulares. El Santísimo Cristo del Perdón y Nuestro Padre Jesús del Mayor Dolor permanecieron expuestos durante toda la jornada. Después, sus hermanos lo trasladaron al paso procesional.

La imagen del nazareno, titular de Sanidad, fue portado por sus hermanos mientras que el coro Virgen del Pilar interpretaba diferentes piezas musicales. Por su parte, la cofradía del Perdón celebró el rezo del vía crucis, presidido por la imagen que fue portada por sus hermanas. Durante el acto la cantaora Elisabeth Franco interpretó algunas saetas.

Próxima a la parroquia de El Pópulo, en la calle Mesón, la Asociación de Cargadores Sebastián Pérez expuso la imagen del Cristo de la Amistad en besamanos en su sede. Además, el local ha acogido una muestra de carteles antiguos de Semana Santa.

Pasando la plaza de las Flores, en la calle Sagasta, la Orden Seglar Servita celebró la función principal del triduo a la Virgen de la Dolores.

A las 20 horas se celebró una eucaristía, concelebrada por el vicario general de la Diócesis, el padre Guillermo Domínguez Leonsegui, el párroco de San Lorenzo, el padre Araujo, y el encargado de predicar los cultos desde el martes, el padre Francisco Víctor López. Sin embargo la imagen no fue expuesta en besamanos debido a su reciente restauración.

Ya de noche, a las 22.30 horas, la hermandad del Descendimiento celebró el vía-crucis por las calles de la feligresía presidido por la imagen de María Santísima de los Dolores.

De estreno

La cofradía de Jesús Caído también celebró ayer la ceremonia de besamanos al Señor con varias novedades. La primera, el lugar: en la iglesia de San Francisco, sede canónica provisional mientras que se realizan las obras de la capilla del colegio mayor Beato Diego de Cádiz. En segundo lugar, la nueva túnica bordada, realizada por Alberto Florido, y que ha sido donada por un grupo de hermanos. El tercer estreno, el paso, saldrá a la calle el Martes Santo.

Y en las guarderías y colegios también hubo tiempo para celebrar el Viernes de Dolores. Los más pequeños organizaron procesiones, como los alumnos de la guardería municipal, o la de los escolares del colegio Rebaño de María, que celebraron una procesión magna de pasos procesionales en miniatura. Un acto que tuvo lugar después del primer pregón de Semana Santa.