TRÁFICO. Este tramo de Las Cortes será subterráneo y estará delimitado por muros. / A. VÁZQUEZ
CÁDIZ

Cientos de vecinos de Extramuros se echarán a la calle contra el muro ligado al segundo puente

Las asociaciones de Astilleros, barriada La Paz y Puntales consideran «una barbaridad» el proyecto que Fomento prevé para la rotonda de conexión entre la gran estructura y el término municipal gaditano

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La conexión del nuevo puente con el término municipal gaditano amenaza con aislar a centenares de vecinos que residen a pocos metros de esta gran infraestructura. El proyecto del Ministerio de Fomento de unir la avenida de la Bahía y la de Las Cortes mediante un túnel subterráneo, así como elevar la rotonda de unión con el segundo puente a tres metros.

Esta propuesta obliga a levantar un muro ante varios edificios de viviendas de las dos avenidas. Tendrá una altura que rondará los tres metros, dificultará el tránsito de los peatones de un lado a otro y eliminará cualquier visión. En la práctica, les aislará.

Este plan, denominado por la alcaldesa Teófila Martínez como «el muro de la vergüenza», ha sido recibido como «una amenaza» por los vecinos del barrio de Astilleros, de la barriada La Paz y de Puntales. Las asociaciones de vecinos de estas tres zonas (que agrupan a más de 10.000 vecinos, anuncian protestas contra una idea que consideran inadmisible.

«Estamos a la espera de reunirnos con los técnicos de Fomento para que nos expliquen el tema de primera mano. Desconocemos la razón por la que quieren hacer esos muros que nos aislarían con el resto de la ciudad, además de quitarnos la vista del mar o de cualquier zona que rodee el edificio», explica el presidente de la Asociación de Vecinos Antiguos Terrenos de Astilleros, Luis Arenal Plat.

Desde los sectores vecinales ya han empezado a movilizarse con el objeto de reunirse después de Semana Santa para fijar las protestas. «La idea que hemos debatido consiste en unirnos, las cinco asociaciones de vecinos de Astilleros, la barriada La Paz y Puntales, porque así seremos más fuertes. Ahí determinaremos si cortamos carreteras o qué protestas planteamos, porque no queremos ni muros de tres metros, ni camiones, ni tranvías», detalló Arenal como adelanto de su postura.

Francisco del Río, el titular de Los Corrales, en la barrida La Paz, se muestra aún más contundente. «Esto es una barbaridad. No conocemos los datos técnicos, pero tener una rotonda con tanta altura supondría un total perjuicio para los vecinos de alrededor que se quedarían sin visión alguna. Se supone que el puente es para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y no para perjudicarla. Además en una época en la que estamos eliminando todas las barreras arquitectónicas... Fomento vienen con esto. Tiene que haber otra fórmula para que el puente toque tierra a una cota más baja».

Del Río recuerda que «costó mucho lograr el soterramiento para poder suprimir la vía del tren» y ahora, este plan recuperaría la situación de aislamiento de varios edificios. Desde el Ayuntamiento proponen resolver la llegada del puente con una gran rotonda que podría incluso elevarse un poco para absorber la altura con la que toque tierra firme. La propia regidora ha asegurado que el Ayuntamiento podría solucionar la dificultad de la conexión física entre puente y ciudad quedara a un metro de altura.

José Manuel Hesle, presidente de la asociación de Puntales, también considera que «volver a crear barreras, en una ciudad hasta hace unos años estuvo dividida por este tipo de cosas, no es buen comienzo».

Hesle asegura que su asociación apoyará a sus homólogos de Astilleros y La Paz porque «estamos hablando de nuestra ciudad y si yo viviese por allí estaría muy preocupado». Arenal, Del Río y Hesle reconocieron que la predisposición vecinal es hacerse notar en las clales para defender sus derechos como vecinos.

jmvillasante@lavozdigital.es