Tranquilidad entre los clientes de Caja Castilla-La Mancha en la apertura de las oficinas

Las oficinas de Caja Castilla La Mancha han abierto sus puertas con normalidad en Toledo y en Madrid y han atendido a los primeros clientes, que se han mostrado "más tranquilos" por la intervención del Banco de España, y sólo unos pocos han exigido el reembolso de sus ahorros.

En la oficina central de CCM de Toledo, en la plaza de Zocodover, esperaban a las 08:30 horas media docena de personas, de las que dos han retirado "pequeñas cantidades" de dinero, según ha asegurado uno de los empleados. Luis R., uno de los clientes, ha acudido a primera hora a retirar "una parte" de los pocos ahorros que tiene" y se pensará que hacer con el resto del dinero que tiene.

Dan la bienvenida a la intervención

La mayoría de los impositores de la entidad han asegurado estar más tranquilos respecto a sus ahorros después de conocer la decisión del Banco de España de hacerse con el control de la entidad. Así, Justino Rojo, un empresario autónomo considera que ahora su dinero está más seguro y aunque de momento no piensa sacar sus ahorros, "se pensará" lo que va a hacer, a medida que se vayan sucediendo los acontecimientos.

No obstante, entiende que los directivos de la entidad "deben de dar la cara por la mala gestión y también cree que el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene "mucho que decir" por no haber puesto los medios para impedir que se haya llegado a esta situación.

Alfonso López, jefe de la zona de CCM en la capital de Toledo, ha explicado que las oficinas de la ciudad han abierto sus puertas sin problema alguno y que no se ha detectado una avalancha de clientes, pues, "han entendido el mensaje de tranquilidad" que dio ayer el ministro de Economía, Pedro Solbes, cuando anunció que se garantizan los ahorros.

Aumenta la afluencia de clientes

En Madrid, la afluencia de clientes ha superado ligeramente la de otras jornadas, pero sin que se hayan registrado momentos de "pánico" ni se llegaran a formar filas, según han manifestado varios trabajadores y directores de sucursales de Caja Castilla-La Mancha en distintas zonas de la capital.

En las primeras horas del día, la afluencia de clientes era limitada y en su mayoría solicitaban información; sólo una mínima parte exigió el reembolso de sus ahorros y la cancelación de cuentas. "Ha habido más llamadas, pero con las explicaciones sobre los beneficios de la intervención del Banco de España y la confianza que los ahorradores tienen en nosotros, se quedan más tranquilos", ha explicado el director de una sucursal. De hecho, una cajera ha señalado que tan sólo dos clientes habían acudido tras la apertura para recuperar sus ahorros y cancelar sus posiciones en la entidad.

La sensación general entre los clientes no ha sido de miedo ni inseguridad, sino de indignación y desconfianza por el modo en el que se ha informado de la operación, al entender que deberían haberse difundido con mas transparencia y antelación las posibles soluciones que se barajaban para la Caja.