Sociedad

Teleasistencia, la otra opción

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Las nuevas tecnologías también juegan su papel en los cuidados que precisan las personas mayores. La teleasistencia permite ayudar al anciano a distancia durante las 24 horas del día mediante diversos dispositivos. Con una pulsera, un llavero o un receptor más pequeño que un teléfono móvil colgado al cuello, el anciano se puede comunicar con una central telefónica de auxilio.

El manejo de estos mecanismos no es complicado, basta con pulsar un botón -de grandes dimensiones, resulta más ergonómico- para que el mayor se ponga en comunicación con la central. Caídas, accidentes domésticos o simplemente una breve conversación cuando los ancianos se sienten demasiado solos son las solicitudes más atendidas por los servicios de teleasistencia. Además, las empresas hacen llamadas de control para supervisar que todo está en orden y ofrecer servicios de recordatorio y agenda para citas médicas o fechas destacadas, como cumpleaños o aniversarios.

Hasta 20 euros al mes

Este servicio se puede solicitar a través de la vía pública y privada. Los servicios sociales, tras evaluar cada caso, deciden ofrecer ayuda domiciliaria o la colocación de estos dispositivos de teleasistencia. En función de la situación económica del solicitante, este servicio puede ser desde gratis hasta costar alrededor de 20 euros al mes. La teleasistencia privada exige un desembolso inicial de 350 a 420 euros para adquirir el aparato, mientras que el coste mensual del servicio es de unos 37 euros. No obstante, antes de contratar este servicio conviene asegurarse de que la cobertura con la que se anuncia es real. Para ello, hay que verificar que el horario de atención es de 24 horas y preguntar por los protocolos de acción que se inician ante una caída o cualquier contratiempo.

Igual de importante es conocer el funcionamiento del aparato: si es telefónico, habrá que vigilar que el número al que los mayores deben llamar para ser atendidos no sea de tarificación adicional (los que comienzan por 905, 803,806 y 807), ya que se han dado casos en los que la llamada para solicitar la ayuda superaba el coste convenido.