«Estaba desempleada y me he arriesgado»

Tras quedarse en el paro y después de haber pasado por varios trabajos eventuales, Elvira Pérez Amiama, decidió convertirse en su propia jefa. Con tan sólo 22 años se ha propuesto plantarle cara a la crisis y arriesgar montando su propio negocio. Aunque ningún banco quiso concederle un préstamo por no tener avalista, la suerte la acompañó en su empeño. «Me surgió la oportunidad, no había conseguido que ningún banco quisiera darme un préstamo y por ciertos motivos mi madre obtuvo el dinero que necesitaba para poner el negocio en marcha y me lo dejó; este tenía que ser el momento».

Elvira se encuentra ahora inmersa en el papeleo administrativo y la búsqueda de ayudas para poder abrir una tienda y peluquería de animales. «Los trámites van despacio, ni qué decir de la licencia de apertura ni de los requerimientos que piden, pero lo peor es que en estos momentos, dicen que no hay ni una sola convocatoria de ayuda abierta».

Aún con este panorama esta joven no pierde la ilusión por encaminar su vida en un nuevo rumbo y asegura que le «da miedo abrir un negocio propio en estos tiempos, pero el que no arriesga no gana, voy a empezar con el país en crisis, pero espero que la situación vaya hacia arriba y lo que note sea la subida». Jaulas, vitrinas, acuarios, todo está a punto en el local que tiene alquilado. Hasta el momento, su único impedimento para abrir las puertas han sido las administraciones. «Deberían agilizar todos los trámites para que nuestros negocios estén abiertos cuanto antes y podamos sacar el mayor partido sin perder ni un minuto», recrimina.