Guardiola espera que su Barça no se distraiga en la competición doméstica

Pep Guardiola se enfrenta a dos rivales. Uno, el Málaga, es de carne y hueso. El otro no se puede tocar, pero quizás sea más peligroso: el esparcimiento mental.

El equipo andaluz es la revelación de la Liga y llega al Camp Nou dispuesto a aprovechar que en el Barça se habla más del cruce contra el Bayern en los cuartos de final de la Champions League que del campeonato doméstico; más de las entradas de la final de Copa ante el Athletic que de la necesidad de amarrar hoy los tres puntos; y mucho más, para intranquilidad de Eto'o, de dos posibles fichajes de futuro como Villa y Ribèry que de dos amenazas reales para esta tarde como Salva Ballesta o Albert Luque.

Por todo ello el técnico azulgrana tuvo que hacer este sábado una llamada al orden. Ha detectado distracción en el vestuario del líder, que saltará al césped conociendo el resultado del Ma-drid ante el Almería. Y le preocupa especialmente porque la mayoría de la plantilla desaparecerá este lunes durante diez días debido a los compromisos de las selecciones. Ya que el Barça suele pinchar tras el paréntesis internacional (jugará en Valladolid el 5 de abril), por lo menos hay que intentar llegar a ese partido con seis ó nueve puntos de ventaja sobre el Madrid. «Este calendario es una pasada pero es parte de mi obligación recordarlo y darle su justa importancia a cada partido: si hay algo que priorizar, es la Liga. Es más fácil ganar en la Copa o la Champions League si estás bien en la Liga porque es la competición que te da el buen tono general», dijo el entrenador azulgrana en la previa al choque.