ANDALUCÍA

Las seis mentiras de Miguel

El presunto asesino de Marta del Castillo ha cambiado en cuatro ocasiones su relato ante la policía y ante el juez que instruye el caso. En un mes, ha pasado de confesar su autoría a culpar a El Cuco de este cruel crimen

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La mañana del 17 de marzo, Miguel Carcaño sube las escaleras de los juzgados de Sevilla cabizbajo, como absorto. Se deja guiar por los fornidos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que lo custodian, en un intento de evitar posibles agresiones de los exaltados.

Los insultos más graves los ha oído en el conocido como 'pasillo de la vergüenza' (para acceder desde los calabozos a los juzgados de instrucción hay que recorrer unos 50 metros en plena calle). Una nube de fotógrafos y cámaras de televisión siguen sus pasos.

El asesino confeso de Marta del Castillo parece que ha optado por 'desconectarse' de la realidad. Nadie podía imaginar que horas más tarde de aquella imagen, Miguel intentase convecer al juez de que él no era un asesino, aunque si reconocería, en su tercer cambio de versión, que era un violador. Un rosario de engaños e incógnitas que sólo podrán ser despejadas cuando se celebre la vista oral de este truculento suceso.

¿Miguel dijo la verdad en su primera confesión el 14 de febrero, en las comparecencias del 17 de marzo o aún no la ha dicho? Estas son, hasta el momento, las seis principales mentiras de Miguel.

¿QUIÉN LA ASESINÓ?

De su confesión a inculpar a El Cuco

Unas manchas de sangre en el bolsillo de una cazadora marcaron el primer punto de inflexión en este caso. Marta del Castillo desapareció el 24 de enero. El 14 de febrero, la policía volvió a citar a Miguel Carcaño, de 20 años de edad y ex novio de la chica, para una declaración. En las dos ocasiones anteriores salió libre sin cargos.

Miguel había sostenido, hasta ese instante, que quedó con Marta para dar una vuelta, pero que la dejó en la puerta de su casa sobre las nueve y media de la noche del sábado 24 de enero. Pero el 14 de febrero, y ante una prueba irrefutable que le mostraron los investigadores, Miguel se derrumbó y confesó ser el autor material de la muerte de Marta.

Un mes y tres días después, el 17 de marzo, Miguel, en una nueva indagatoria ante el juez, se retracta y asevera que él no mató a Marta, sino que fue El Cuco, un menor de 15 años que también se encontraba internado desde el 14 de febrero por esta causa. En una jornada frenética, la misma noche del 17 de marzo, Miguel vuelve a cambiar en dos ocasiones más su relato. Sostiene, finalmente, que fue El Cuco quien cometió el asesinato, aunque él participó de manera activa, porque sujetaba las manos de Marta.

¿QUIÉNES PARTICIPARON?

De cuatro a dos implicados

Miguel, en su primera confesión, explica que tras matar a Marta, salió de la casa de León XIII y cruzó la calle para llamar desde una cabina a su mejor amigo, Samuel B.P., de 19 años, para que le ayudara a solventar esa situación. Los dos deciden, según esa primera narración, llamar a El Cuco, un menor de 15 años, amigo de ambos, que disponía a su antojo del coche de su madre, pese a que no tenía carnet. El Cuco, además de a Miguel y Samuel, también situaba en el lugar de los hechos a Javier, el hermanastro de Miguel, aunque éste siempre lo negó. El pasado martes, Miguel exculpó a Samuel B.P. y reiteró que su hermano no tuvo participación alguna.

¿DÓNDE ESTÁ EL CADÁVER?

Del Guadalquivir a un vertedero

El 95% de los asesinos confiesa, a las pocas horas de cometer el crimen, dónde esta el cadáver de su víctima. Miguel Carcaño, sin embargo, dejó que Sevilla entera buscase a Marta desde la noche del 24 de enero. Samuel B.P. participó, incluso, en varias patrullas de rastreo.

El 14 de febrero, tras derrumbarse en el interrogatorio, contó con exactitud cómo él, Samuel B.P. y del El Cuco metieron el cuerpo de Marta en el coche del menor y la trasladaron hasta un punto concreto del antiguo puente de Camas, sobre el cauce 'vivo' del Guadalquivir.

Desde allí la arrojaron al río. Miguel y El Cuco coincidieron en señalar, durante una reconstrucción de los hechos, el punto exacto desde donde arrojaron el cuerpo. Unas 200 personas (Policía Judicial, Guardia Civil y Protección Civil), a tenor de este testimonio, se han pasado más de un mes buscando el cuerpo sin vida de Marta por el Guadalquivir, arriesgando en algunos momentos su propia vida.

Un despliegue humano y económico sin precedentes en este tipo de sucesos. Miguel, el 17 de marzo, sorprendió hasta a su propio abogado (que renunció a su defensa) al afirmar que dicha tesis se la habían sugerido los investigadores y que él mismo había llegado a creérsela. Pero que en realidad, tras matar a Marta, él y El Cuco la transportaron en una silla de ruedas (y envuelta en bolsas de basura) a un contenedor situado a menos de cien metros de la vivienda de León XIII, El juez ordenó, el pasado viernes, que comenzara la búsqueda en el vertedero donde se depositan los residuos de la capital que, crueldades del destino, se le conoce como 'Monte-Marta'.

¿POR QUÉ LA MATÓ?

De los celos de ella a la violación

Habían tenido una relación sentimental en el pasado (la familia de Marta niega que hubieran sido novios) y, en cualquier caso, eran amigos. ¿Por qué la mató entonces?.

El 14 de febrero, Miguel insinuó que el día de autos habían discutido porque Marta quería volver a ser su novia, pero Miguel le dijo que ya vivía con otra chica (otra menor, residente en Camas).

En ese momento de crispación, le dio un fuerte golpe en la cabeza. Su exposición dio un giro de 180 grados el 17 de marzo. Miguel reconoció que quiso tener relaciones sexuales con Marta y que ésta lo rechazó, recordándole que él tenía novia. Entonces y a causa del efecto de las drogas que había consumido, según dijo al juez, la violó con ayuda de El Cuco, quien también habría abusado de Marta.

¿CON QUÉ LA ASESINÓ?

Un cenicero, una navaja o un cable

De un fuerte golpe en la cabeza asestado con un cenicero del bar de copas donde trabajaba su hermano. Así dijo Miguel que cercenó la existencia de Marta. Al menos, eso es lo que sostuvo durante su declaración del 14 de febrero.

En la triple comparecencia del pasado martes, contó que, tras golpearla, la amenazaron con una navaja para forzarla sexualmente, pero que fue El Cuco quien la asfixió con un cable. ¿Y la sangre en la ropa y en las colchas? La Policía Científica analiza ya la navaja que fue encontrada en una alcantarilla de la calle León XIII, tal y como había anunciado Miguel.

¿QUIÉN SUPO DEL CRIMEN?

Su hermano, la familia de Camas, nadie

La historia, tal y como la ha contado Miguel en sus sucesivas declaraciones ante el juez, es contradictoria. Miguel involucró a Samuel B.P. y a El Cuco y el menor, y éste, además, al hermano de Javier.

La policía, además, ha descubierto que otra menor, la novia de Miguel con la que residía en Camas, conoció la misma noche del 24 de enero lo sucedido, pero no lo dijo hasta un mes y medio después.

Esta joven explicó que Miguel le había dado todos los detalles del crimen: habían matado de un golpe en la cabeza y se deshicieron del cadáver en el río.

Todo esto queda ahora en tela de juicio. Miguel, finalmente, deja la responsabilidad del crimen en sus manos y en las de El Cuco. El menor, en cualquier caso, lo niega y responsabiliza a Miguel.