EXPECTACIÓN. Miembros de un equipo de televisión instalan frente al tribunal un toldo para resguardas sus cámaras. / REUTERS
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Cinco días para juzgar el crimen que sacudió Austria

El proceso al 'monstruo de Amstetten' por esclavizar a su hija durante 23 años se inicia hoy en un tribunal de Sainkt Pölten

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Domingo en Sainkt Pölten. La pintoresca zona de peatonal está casi vacía, la mayoría de los restaurantes y cafés están cerrados y sólo algunos periodistas extranjeros, que han llegado a la ciudad para cubrir lo que prensa austriaca ha bautizado como 'el proceso del siglo', deambulan por las estrechas calles de esta ciudad de 50.000 habitantes.

Pero la tranquilidad que reina en la capital del estado de Baja Austria es únicamente aparente y todo parece indicar que la calma anuncia una violenta tormenta mediática. Las autoridades municipales han decretado el estado de alerta máxima, el Ejército elevó sus medidas de seguridad y, a partir de hoy, el espacio aéreo quedará cerrado al tráfico en las inmediaciones del edificio que alberga la Audiencia Territorial.

La extraña calma que reina en Sainkt Pölten se puede casi palpar con la punta de los dedos en las inmediaciones del edificio judicial. Decenas de camionetas especiales equipadas con modernos sistemas de transmisión vía satélite han ocupado todos los espacios a su alrededor. Técnicos de casi toda Europa ajustan los equipos y diseñan la estrategia para el gran día.

En un estacionamiento lateral, las autoridades judiciales han levantado una tienda de campaña que se convertirá, a lo largo de cinco días, en una improvisada e incómoda sala de prensa para los cientos de informadores que han llegado a la ciudad, un despliegue que en Austria sólo ha tenido lugar con anterioridad durante las visitas del Papa o de Obama.

Ahora los reporteros han llegado para ser testigos de un proceso judicial sin precedentes en el país centroeuropeo y que deberá dictar sentencia sobre una historia siniestra de incesto, violencia y esclavitud protagonizada por un anciano de 73 años. La prensa local le ha descrito como la personificación humana de la maldad, una bestia que secuestró a su propia hija cuando ésta tenía 18 años, la encerró en un sótano sin ventanas, la violó sistemáticamente a lo largo de veintitrés años y procreó siete hijos con ella.

Pruebas suficientes

Josef Fritzl es el protagonista principal del juicio que se inicia hoy en Sainkt Pölten. La Fiscalía cree tener pruebas suficientes para que un jurado de ocho personas lo condene a cadena perpetua. Llegará a las 9.30 horas. El hombre con ojos fríos de lobo llegará esposado a la sala 119 de la Audiencia Territorial.

La primera jornada contará con la presencia de 95 periodistas, que deberán abandonar el recinto cuando la acusación pública inicie a lectura de los aspectos más macabros del martirio que vivió Elisabeth Fritzl, por ejemplo, las humillaciones sexuales a las que la sometió su propio padre.

El miércoles, los ocho jurados, los abogados de la defensa y las dos jueces se enfrentarán con el martirio de Elisabeth. A lo largo de once horas, la mujer que ahora tiene 43 años relatará en un vídeo los detalles de su largo cautiverio. Para evitar que volviera a ver el rostro de su padre, la Justicia autorizó que la víctima declare ante una cámara.

Los periodistas que obtuvieron una acreditación para estar presentes en la sala 119 de la Audiencia Territorial regresarán al lugar el próximo viernes, posiblemente después del mediodía, cuando el jurado dará a conocer su veredicto.