CAMPO DE GIBRALTAR

Un oficial y seis policías vigilaban la comisaría de Algeciras cuando se produjo la fuga de inmigrantes en agosto

LA VOZ Actualizado: Guardar
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Un oficial y seis policías custodiaban la Comisaría Local de Algeciras cuando el pasado 31 de agosto once inmigrantes indocumentados se fugaron del centro a través de las ventanas de las celdas, según consta en una repuesta parlamentaria del Gobierno central al diputado nacional del PP José Ignacio Landaluce.

En su pregunta, Landaluce cuestionaba al Ejecutivo si "entra dentro del protocolo de seguridad que dos únicos policías nacionales tuvieran que custodiar aquella noche a 58 detenidos".

Sin embargo, según los datos que aporta el Ministerio del Interior, el servicio seguridad estaba integrado aquel día por los siete efectivos mencionados, dos de los cuales se encontraban en el control perimetral y los otros cinco, entre ellos el Oficial, desarrollaban cometidos concretos de calabozos, para la vigilancia de los detenidos.

Además, concreta que los cinco efectivos que estaban en calabozos "podían contar, en caso necesario, con el apoyo de uno de los policías de la vigilancia perimetral y de los policías de dotación en un vehículo 'Z' de seguridad ciudadana. Añade la respuesta que el servicio de seguridad cuenta con cámaras y monitores para el control de las instalaciones.

Tras la fuga, y sobre la que la Comisaría de Algeciras abrió una investigación interna, la Unión Federal de Policía indicó que esa noche "sólo" había tres funcionarios y un policía en prácticas custodiando a los arrestados, la mayoría de los cuales eran inmigrantes de origen magrebí que habían llegado en patera ese mismo día y que fueron ingresados en estas dependencias hasta cumplimentar la documentación necesaria para el trámite de devolución previsto legalmente.

La dotación de efectivos con los que contaba la comisaría algecireña en el momento en el que se produjo la fuga ya fue planteada anteriormente en el Congreso de los Diputados cuando el propio Landaluce cuestionó al director de la Policía Nacional y Guardia Civil, Francisco Javier Velásquez, sobre las condiciones de seguridad de este centro, que había sido inaugurado un año antes.

Entonces, Velázquez aseguró en sede parlamentaria que, dado el número de detenidos aquel 31 de agosto, la dotación del servicio de vigilancia se había incrementado en dos funcionarios más que colaboraron en su custodia, un nivel de vigilancia que, a su juicio fue "adecuado" para el "nivel de ocupación existente".

El director del cuerpo unificado también señaló que la información abierta por el responsable de la comisaría determinó que en la fuga no había habido responsabilidad por parte de los funcionarios que conformaban el servicio de seguridad en esa noche.