INNOVACIÓN. Unos cambios en el sistema productivo han permitido a Manuel mejorar el rendimiento de la maquinaria. / VÍCTOR LÓPEZ
EMPRENDER MANUEL REYES / HIGH TECHNOLOGY MASTERBATCH

La poción mágica

En sus instalaciones del parque TecnoBahía produce los ingredientes imprescindibles para todo tipo de plásticos

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Cuando a alguien se le ocurrió unir el trapo de fregar el suelo a un palo para poder realizar el mismo trabajo sin necesidad de arrodillarse, realizó una innovación. Que no es otra cosa que añadir un valor a un proceso o a un producto para mejorar su manufactura o su rendimiento útil. Ésta es una de las cosas que ha hecho Manuel Reyes en el proceso productivo de su empresa, High Technology Masterbatch. Ha cambiado la forma en la que emplea una de sus materias primas, lo que le ha permitido mejorar el rendimiento de la producción; igualmente, la compañía encontró la forma de mantener su maquinaria funcionando durante toda la jornada sin necesidad de las paradas a las que le obligaba las características del proceso productivo. Ahí está la innovación, que le ha servido para más que para obtener el reconocimiento de la Confederación de Empresarios de Cádiz por ello: ha reducido sus costes en un 10%.

HT Masterbatch fabrica los aditivos que permiten que el plástico tenga unas características determinadas. «Hacemos la poción mágica que necesita el plástico», explica Manuel, director de la firma. Este derivado del petróleo está presente en todas partes y en cada una de las formas en las que se presenta requiere un masterbatch que lo dote de las propiedades que requiera el cliente. Le da transparencia a una botella, la textura al envoltorio de un paquete de cigarrillos, características antideslizantes o de adherencia, etc.

«Me convencieron»

Manuel, titulado superior en Química, cuenta con una dilatada trayectoria y experiencia en el mundo del plástico. Tras una docena de años al frente de una asesoría de plásticos industriales, comenzó a trabajar para este nuevo proyecto. Explica que la puesta en marcha de esta nueva compañía consumió mucho esfuerzo y apunta una de las claves para que saliera adelante. «Yo no acababa de verlo viable, era como un sueño; pero en la Agencia de Innovación de la Junta creyeron en este proyecto y me convencieron para que siguiera adelante». En mayo de 2006 se funda la empresa y a primeros de 2008 -hace tan sólo un año- comenzó la producción.

Conocía el mercado por su experiencia previa y logró introducirse. «Quien quiera aprender cómo funciona este negocio que haga como yo, que durante 12 años pasé 22 días mensuales viajando por el mundo», señala. Es la única empresa de España que fabrica este producto y es la quinta del mundo. Otro de sus logros es la fabricación de la única mezcla antivaho que permite que éste no se forme, por ejemplo, en el envoltorio de las verduras en el frigorífico.

jlopez@lavozdigital.es