Un juzgado de Cádiz, pionero en admitir el cambio de sexo en España
Corría el invierno de 1985 y los gaditanos disfrutaban de su mes grande. El Carnaval había llegado por fin y miles de aficionados se preparaban para un mes y medio de fiesta. Eso sí, ese año, Televisión Española volvió a fallar a la hora de retransmitir en directo la final. Pese a que días atrás el alcalde, Carlos Díaz, había anunciado que la cadena emitiría la última sesión del Concurso de Agrupaciones, el resultado no pudo ser más nefasto. TVE obligó a retrasar la hora del comienzo de la final, ofreció un resumen larguísimo para terminar cortando la transmisión cuando aún faltaban por actuar las agrupaciones más esperadas. Los aficionados no daban crédito ante tal tomadura de pelo. Al final, a las seis y media de la mañana, se anunciaban los premios. Rocío Jurado fue la pregonera ese año, y llegó a la plaza de San Antonio montada sobre un caballo blanco. La artista cantó el pasodoble de Lola la piconera para deleite de los presentes.
Actualizado: GuardarUna de las grandes ausencias sobre las tablas del Gran Teatro Falla fue la de José Rodríguez El Sopa, que no participó en el concurso después de treinta años. El popular chirigotero se quedó en casa aquejado por algunos problemas de salud. Ese año, el Carnaval de Cádiz llegó hasta las Ramblas de Barcelona, que se llenó de tangos, cuplés y pasacalles. Por la noche, todas las agrupaciones se dieron cita en la sala La Paloma, donde no faltaron invitados ilustres como el cantautor Joan Manuel Serrat.
Aquel mes, el colectivo de transexuales conseguía un importante triunfo, ya que por primera vez un juzgado reconocía el cambio de sexo. Así, el Juzgado de Primera Instancia número 2 dictaba el 11 de febrero la primera sentencia en España por la que una persona nacida varón era considerada legalmente mujer. La demanda había sido presentada en 1983 y tras 26 meses de pleito, el magistrado Alberto Rodríguez dictaba sentencia admitiendo las pretensiones. El protagonista de tan importante suceso era un joven de Villamartín, Antonio Soria, que se había operado cuatro años antes para extirparse los órganos genitales. La sentencia fue dictada teniendo en consideración los resultados de las pruebas a las que se sometió el gaditano. Pese a todo, aún no era firme porque la Fiscalía recurrió y Antonio todavía habría de esperar para poder modificar su partida de nacimiento. No obstante, recibió la noticia de la resolución judicial con mucha alegría. Un mes después, la Diputación tomaba una medida que ampliaba los derechos de los homosexuales, al conceder la adopción de una niña a un travesti de Arcos.
Problemas en Astilleros
En cuanto a la crisis del sector naval, la situación de Astilleros se complicaba aún más con el secuestro de un autobús urbano por parte de trabajadores 'excedentes' de la factoría gaditana y la retención de tres directivos.
Por otro lado, el Consejo de Ministros aprobaba la Z.U.R. (Zona de Urgente Reindustrialización) para los municipios de la Bahía de Cádiz. El Gobierno preveía así la creación de 17.000 puestos de trabajo entre Asturias, Madrid y la provincia. El decreto proponía beneficios importantes para las empresas que decidieran instalarse en la zona: preferencia para obtener créditos oficiales, exención fiscal etc..., por lo que se abría un horizonte de esperanza para la industria de la Bahía.
Por aquellos días, también se descubrió una atalaya de la muralla medieval de Cádiz, hallada tras realizar unas catas arqueológicas con vistas a las obras del aparcamiento subterráneo del Campo del Sur. No obstante, el acontecimiento más comentado en los mentideros fue la detención de una mujer en el Parque Genovés por escándalo público. Según la prensa, una pareja de la Policía Local fue requerida por un ciudadano que les alertó de que una mujer «estaba practicando el amor completamente desnuda». La joven fue arrestada mientras su compañero se daba a la fuga. En la Comisaría, ésta manifestó que se limitaba a dormir y que no sabía lo que hacía su pareja.
