LA COLLEJA DE DIOS

Hay portero

I mparable. No tiene otro calificativo la marcha del equipo. Pero hasta el 15 de abril, no comienzo a soñar. Tiene mucha culpa de ello Chema. Querido, sabes de mis pensamientos hacia a ti, conoces mis criticas y las rumias guardando una respuesta que te ensalce al expulsarlas por esa boquita que utilizas de dulce.

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Ayer mientras comía, escuche tu rueda de prensa y me nombraste junto con Luis Lara. Todo un honor José Mari. Tras tu alocución en la que aludiste los palos periodísticos de los nombrados, dejaste muy claro que los palos te motivan y te crecen. Pero sobre todo los lees y los tienes en cuenta. Para eso escribo. Para que te doren la píldora, tienes a otros muy cerca. Yo estoy muy lejos de momento. A mí Chema, me gusta ser diferente al resto, no me gusta ser normal, creo que algo parecido a lo que te gusta a ti. Si algo no me gusta lo digo o lo escribo. Y si algo me gusta, como tus últimas actuaciones, las aplaudo y me alegro. Que le pregunten a Riesgo el portero del Recre, el padre incluso acudió a buscarme a la cabina del Colombino. Otro honor, yo todavía no conozco al tuyo, señal de que he sido muy benévolo en mis criticas contigo. Ahora sí Chema. Muchos en la directiva tendrían que aprender de ti. Mira que les doy palos con basado fundamento, pues los pobrecitos no cambian. Tú sí lo has hecho ¿pero ojo¿ que sigo pendiente. Al final, te vas a convertir en mi debilidad periodística. Y después de estas líneas a Chema, que estoy seguro recortará y pondrá bajo el cristal de la mesa del salón, vamos a disfrutar. No podré estar en Córdoba, una pena. Aquel estadio es cómodo, bonito y poco peligroso. El pique entre aficiones es caliente pero controlable, todo ello invita a vivir una jornada mañanera de primer nivel. Serán más de dos mil los que se desplacen a la ciudad de los califas y las tías wuenorras para ver al líder, yo lo veré en Madrid, roneando en la redacción de Marca de equipo, afición y portero.