Consumatum est
Ha ocurrido lo que me temía desde hace mucho tiempo. El Centro de Alto Rendimiento de Vela, ahora bautizado como Centro Especial de Tecnificación Deportiva de Vela, ya no irá a Cádiz. La obra acaba de ser adjudicada por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta para su realización en los terrenos de Puerto Sherry. La instalación, según leo en La Voz, «está concebida para la práctica de esta modalidad deportiva en la comunidad y aspira a convertirse en un referente nacional e internacional en la organización de eventos y programas de alto rendimiento».
Actualizado: GuardarMe alegro por el Puerto de Santa María, pero me apena por la capital. El Ayuntamiento de Cádiz luchó denodadamente para conseguir este importante equipamiento deportivo desde antes de 1995; incluso firmó un convenio con las administraciones competentes, entre ellas la Junta de Andalucía para hacerlo realidad en nuestro término municipal, concretamente en Puerto América. Se pretendía hacer de Cádiz y de su bahía un importante referente del deporte de la vela en el sur de España. La dársena deportiva de Puerto América, la del Club Náutico y el puerto de vela ligera Juan Sebastián Elcano constituían tres buenos argumentos para fundamentar la pretensión del municipio gaditano.
Por razones que ignoro y que no se dan a conocer, que yo sepa, el convenio no se lleva a cabo, no se desarrolla por quienes tenían la obligación de ejecutarlo. No es la primera vez que se le birla a la ciudad un proyecto que ha sido propiciado, gestionado e impulsado por su gobierno municipal. Ya pasó con la Escuela Superior de Ingenieros Aeronáuticos, proyecto igualmente de gran interés para Cádiz, auspiciado por el Ayuntamiento y hecho suyo por el Consejo Social de la Universidad. A pesar de las sólidas razones esgrimidas desde hace años por las dos instituciones para que el centro docente se integrara en la universidad gaditana, la Junta toma la decisión de adjudicárselo a la universidad hispalense. Incompresible.
Sinceramente, creo que la ciudad se merece una explicación convincente por parte de quienes tienen atribuidas las competencias en estas materias porque de lo contrario se puede interpretar como un desaire a los gaditanos y a las instituciones que los representan. Los agravios comparativos y las actitudes victimistas no se generan por casualidad sino porque hay alguien que los provocan.
