Eluana Englaro, enterrada en la tumba familiar sin presencia de sus padres para evitar el asedio mediático

Eluana Englaro, la italiana que pasó 17 años en estado vegetativo y que murió el pasado lunes después de que se le suspendiese la alimentación artificial, ha sido enterrada en la tumba familiar en la localidad de Paluzza (Udine, noreste del país), tras una ceremonia fúnebre a la que no han asisitido sus padres.

A pesar de que la familia había expresado en un primer momento su deseo de no celebrar un funeral, sino sólo una bendición, finalmente ha sido oficiada una ceremonia religiosa a la que ni Giuseppe Englaro ni su mujer, Saturna Minuti, han acudido para evitar el asedio mediático que se habría producido. Pese a esto, sí que han podido despedirse de su hija porque el cortejo fúnebre se desvió, antes de llegar a la iglesia, para hacer una breve parada frente a la casa familiar.

Paluzza, pueblo de origen de la familia Englaro de cerca 2.500 habitantes, ha sido "invadido" estos días por los medios de comunicación italianos, que esperaban poder contar con algunas declaraciones de Giuseppe Englaro. Finalmente la ceremonia y el entierro han sido totalmente privados y a ellos han asistido unas 200 personas entre familiares, como el tio de Eluana, Armando Englaro, y amigos y algún representante político de la localidad.

Los restos de Eluana Englaro, que falleció a los 38 años, reposan desde hoy en la tumba familiar del cementerio de San Daniele de Paluzza junto a sus abuelos paternos, como siempre deseó su padre durante la larga batalla legal que emprendió para ayudar a morir a su hija. Según los medios de comunicación, el párroco de Paluzza, Tarcisio Puntel, ha asegurado durante la homilía que la Iglesia no se ha sentido ajena al sufrimiento de la familia y ha recordado a las monjas de la clínica de Lecco (cerca de Milán) que cuidaron de Eluana Englaro durante años.

Puntel también ha citado a aquellos que "han rezado por Eluana porque la oración siempre es a favor de alguien y no contra alguien". "Caminemos tras tanto clamor. Ahora sólo existe el silencio y que hablen las conciencias", ha añadido el párroco de Paluzza. La Iglesia católica se había opuesto firmemente a que la familia de Eluana Englaro ayudase a morir a la mujer, al considerarlo un "homicidio".