El presidente del Gobierno, acompañado por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, momentos antes de comparecer en el Congreso. / Efe
españa ante la crisis

Zapatero anuncia que el próximo Consejo de Ministros aprobará una reducción del gasto de 1.500 millones

El presidente reconoce en el Congreso que «aún no hemos tocado fondo»

MADRID Actualizado: Guardar
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La primera sesión de control del periodo de sesiones está centrada en la crisis económica y especialmente en el aumento del desempleo. Aunque el PP intentó que el presdiente del Gobierno adelantara su comparecencia, cuando la cifra de parados sobrepasó la cota de los tres millones, el resto de grupos no apoyó la propuesta y finalmente se fijó para este martes. En la sesión, José Luis Rodríguez Zapatero ha evaluado el aumento del número de españoles inscritos en el INEM y ha repasado las medidas aprobadas por el Ejecutivo para rectivar la economía. También ha anunciado medidas nuevas y ha pedido la colaboración de todos: los agentes sociales, las comunidades, los ayuntamientos, los partidos políticos y la sociedad en su conjunto.

Entre los anuncios, el presidente ha adelantado que el próximo Consejo de Ministros acordará reducir los gastos no financieros del Estado en 1.500 millones de euros para destinarlos a otras partidas "fuertemente afectadas" por la crisis, como las prestaciones por desempleo. Esta reducción del gasto afectará a todos los ministerios y a todas las partidas, salvo a las retribuciones de los empleados públicos y a los programas de protección social. En su intervención, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, le ha reprochado que esta medida podía haberla adoptado hace tres meses, cuando así la planteó el PP.

Zapatero ha apelado a la necesidad de hacer un "gran esfuerzo de austeridad con las cuentas públicas" para mantener el gasto social cuando los ingresos decrecen. El recorte de 1.500 millones de euros supone una disminución adicional del 2,6% de los gastos corrientes previstos en los Presupuestos Generales del Estado para 2009, que ya se habían rebajado el 1,8% con respecto a las cuentas del año anterior.

Las lecciones de la crisis

Zapatero ha comenzado su intervención recordando que "todos deberíamos" extraer lecciones de esta crisis: "Durante años se han cometido excesos y los ciudadanos estamos pagando la codicia ilimitada y la especulación de los que se aprovecharon de unos mercados financieros mal regulados". Además, ha lamentado que la construcción en España represente el 90% de los empleos destruidos. "Hay razones para pensar que estamos atravesando los peores momentos de la crisis", ha reconocido antes de sentenciar que "aún no hemos tocado fondo".

El principio del fin de esta situación de recesión, en la que está inmersa la economía española desde el cuarto trimestre de 2008, puede llegar "en la parte final de este año, como pronostican los analistas". El jefe del Ejecutivo ha reconocido que es "arriesgado" tratar de "predecir con precisión cuándo empezaremos a ver la luz del túnel", aunque ha insistido en que las distintas medidas aprobadas deberían empezar a mostrar "indicios favorables de salida de la crisis".

Colaboración de todos

Sin embargo, ha apuntado el presidente que lo importante no es si "estas inciertas previsiones" se confirman, lo importante es "concentrarse en trabajar" y hacerlo "con coraje, sin miedo a explorar nuevos caminos. Esta es la actitud del Gobierno". Zapatero ha señalado ante el pleno de la Cámara Baja que "las prioridades están identificadas y las vamos a ir ejecutando. También sabemos cómo lo queremos hacer: sin dejar a nadie en la cuneta, sin que crezca la exclusión social y sin que sufran las consencuencias de esta crisis los más vulnerables". En este punto se ha comprometido a mantener e incrementar la cobertura de prestación por desempleo, "sea cual sea el número de parados que se alcance". "Lo queremos hacer así contando con todos, en primer lugar, con los agentes sociales".

El líder del Ejecutivo ha explicado que reclama y ofrece una "cooperación nacional" a fuerzas políticas y sociales para salir de la crisis económica y afrontar el "apremiante desafío colectivo" de la destrucción de empleo. Zapatero ha apelado en este esfuerzo común a los sindicatos y empresarios, a través del diálogo social, a las comunidades autónomas, a los ayuntamientos y a las fuerzas políticas para acordar y agilizar las reformas y dar un impulso a los programas de transformación y desarrollo de sectores innovadores y de futuro. También ha apelado a la sociedad española en su conjunto para atravesar este periodo de crisis, y volver a la senda de la prosperidad, "con un ejercicio de responsabilidad colectiva e individual", haciendo un "singular esfuerzo de solidaridad".

En su comparecencia Zapatero ha insistido en que "no hay precedentes" de la actual situación y "nadie ha transitado por este camino antes" y "no es fácil buscar analogías en el pasado". En un discurso, que ha empezado con una cifra, la de los 3.207.900 desempleados que había en España al cierre del año pasado según la Encuesta de Población Activa, el presidente ha asegurado que es consciente de las vidas que se esconden detrás de estos números y de que tiene la "obligación moral y política" de preocuparse por este colectivo. "No hay nada en la vida actual de nuestro país que me pueda producir mayor preocupación", ha señalado. También ha reconocido que "no hay nada más importante que la necesidad de que acertemos en las decisiones" para afrontar esta crisis.

Coherencia en el gasto municipal

En su segunda intervención para responder a los grupos parlamentarios, Zapatero ha admitido que el Ejecutivo puede dialogar con las entidades financieras y pedirles el "máximo esfuerzo" para que financien la economía, pero no puede decirles que "den créditos sin más". Además, admitía que las condiciones de financiación son peores que antes de la crisis y que esto explica que las exigencias de la entidades sean mayores.

A Rajoy le ha replicado que "arrime el hombro" y haga un discurso "constructivo", y le ha pedido que aclare cuál es su propuesta de reforma laboral. También le ha recordado que más allá de las "críticas y descalificaciones", más de la mitad del gasto público está en manos de comunidades y ayuntamientos, muchos de ellos gobernados por el PP, por lo que debería pedirles "por coherencia" que también reduzcan el gasto público.

"Ya que le preocupa tanto la deuda, haga algo, que dirige un partido que gobierna en muchas comunidades y ayuntamientos y el de Madrid tiene los niveles máximos de deuda, con más de 6.400 millones de euros", subrayaba Zapatero, que puntualizaba que el segundo más endeudado es el de Valencia, también gobernado por el PP. "Por tanto, supongo que el esfuerzo será exigible a todos, aunque sólo sea de palabra y luego no se haga nada de nada".

Previsiones erróneas

El jefe del Ejecutivo se ha defendido de las críticas de la mayoría de portavoces sobre las fallidas previsiones económicas del Gobierno, y dirigiéndose a Rajoy le ha afeado que confunda los errores en las estimaciones con las mentiras. "Los organismos internacionales y todos los analistas hacían estas previsiones (que luego no se han cumplido), ¿también engañaban al conjunto de la comunidad internacional? De acusar de mentir, de engañar a una previsión, cualquier día acusarán a los hombres del tiempo de mentir cuando no aciertan en alguna previsión", ironizaba.

En la réplica a la parlamentaria de UPyD, Rosa Díez, que le había reclamado que busque un "gran acuerdo" o convoque elecciones, Zapatero ha respondido que los ciudadanos "tienen derecho a que gobiernen aquellos que han elegido libremente en las runas", aunque ha mostrado su disposición a llegar "a pactos con todos", como ha hecho al reunirse con los agentes sociales para preparar las reformas frente a la crisis, "no sólo la patronal".