Teófila: «3.000 firmas no pueden valer más que 50.000 votos»

«Esto tiene que acabar algún día», dijo ayer Rafael Román al referirse al caso Aduana. Pero parece que no, porque lejos de adivinarse el final del culebrón, se complica día a día. Ayer, la propuesta del equipo de Gobierno para pedir a la Delegación de Cultura que otorgue al Ayuntamiento la condición de «interesado» en cualquier proceso que se inicie para proteger la Aduana provocó una polémica en el Pleno municipal. Aunque más que una polémica, fue un rapapolvo de la alcaldesa, Teófila Martínez, sobre el portavoz del PSOE, que aguantó como pudo y entre bostezos ocasionales. Y eso que, al final, el punto salió adelante por unanimidad.

Teófila Martínez calificó la Aduana como un edificio franquista y sin valor y dijo que esperaba del informe de los historiadores externos (Alberto Villar Movellán y Óscar da Rocha) «que hablara de historia». «Igual se reunió allí Franco con Girón o con Carranza», señaló con tono sarcástico. «Si tan estupendo es el edificio -ironizó- podemos desmontarlo, como hicieron los americanos y los ingleses con los templos de Egipto y llevárnoslo piedra a piedra a otro sitio; por ejemplo, al solar de la Subdelegación que hace tiempo que hicieron el boquete y no han vuelto a mover nada allí».

Reiteró que la pelota está en el tejado de la Junta, que va a tener que actuar de oficio y cambiar el PGOU «porque se han eliminado mil metros cuadrados de zona verde» y amenazó incluso con expropiar los terrenos de Renfe, ya deslindados del sistema general, si no actúa en la plaza de Sevilla.

«Yo respeto las opiniones del Foro [contra el Derribo], pero por encima de 3.000 firmas están 50.000 votos», dijo en referencia a la suma de los que tuvieron PP y PSOE en las últimas elecciones municipales. Y eso vino al caso porque el portavoz socialista reconoció que en el programa electoral de su formación venía una foto con la Aduana ya eliminada.

Román fue más allá al admitir que ni le gusta el edificio ni tampoco el hotel que se planea hacer encima del vestíbulo de la estación nueva de Renfe, «pero aquí no venimos a hablar de gustos, sino de legalidad». «Nosotros fuimos los primeros sorprendidos por la decisión de la Junta», dijo. Se defendió recordando al equipo de Gobierno que tampoco hizo sus deberes: «Nadie había hablado con la Aduana ni con el Ministerio de Hacienda para comunicarles que se tenían que ir», una tarea que le correspondía al Consistorio.

El tercer grupo representado en la Corporación, el de IU, tuvo también reprimendas para repartir. A los socialistas Sebastián Terrada les dijo que la decisión de Cultura «les ha dejado en paños menores» y a los populares les pidió que se pongan ya manos a la obra.

mcaballero@lavozdigital.es Casi a la misma hora en que la alcaldesa le recordaba a la oposición que la decisión de mantener la Aduana no es firme «porque la delegada de Cultura no tiene capacidad para revocar instantáneamente lo que dice el PGOU», los miembros del Foro contra el De-rribo se reunían con Yolanda Peinado, la citada responsable del Cultura. Para completar el guión con ritmo de película de Tarantino, el Foro dijo haber recibido, también en la mañana de ayer, una carta del Defensor del Pueblo Andaluz -otra figura institucional a la que había recurrido- en la que les da cuenta del comunicado oficial suscrito el 18 de diciembre pasado y sellado en Sevilla por la directora general de Bienes Culturales, Guadalupe Ruiz. En él se anuncia que «se va a proceder a inscribir dicho inmueble en el Inventario de Bienes Reconocidos del Patrimonio Histórico Andaluz».

Para el Foro se trata de la victoria definitiva porque Ruiz es la autoridad competente en la materia. Por eso José Ramón Pérez Díaz-Alersi, portavoz del Foro contra el Derribo, pidió a la alcaldesa, que «encaje esta resolución» y no demore más las obras de la plaza de Sevilla.