Opinion

Joaquín Bilbao

CALLE PORVERA Si Joaquín Bilbao consigue que el Xerez Deportivo tenga su propia ciudad deportiva, si encima logra que la entidad azulina la tenga sobre unos suelos adquiridos en propiedad y además, la levanta con el dinero que un cadista confeso, como Francisco González Cabaña, le suministre el dinero necesario a través de la Diputación de Cádiz, entonces habrá que quitar a Miguel Primo de Rivera de la fuente de la plaza Arenal y colocarlo a él bañado en cobre, bronce u oro. Lo mejor de todo, es que el bueno de Bilbao -cual Zinedine Zidane- lo está haciendo como los buenos jugadores, como esos peloteros que parecen hacer fácil la jugada más complicada. Está llamando a las puertas necesarias y en todas y cada unas de ellas le están recibiendo con una bandeja con té y pastitas. Está embelesando a todos con su verborrea y está rizando el rizo para no sólo tener la titularidad de la ciudad deportiva, sino que además tiene la firme intención de que la zona se construya sobre suelo que sea propiedad del Xerez Deportivo.

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La jugada acabaría como aquella histórica galopada de Maradona ante los británicos, si Joaquín es capaz de hacer en la ciudad deportiva más de cuatro campos de fútbol, una sede social, un restaurante, un spa y un hotel (ole, ole y ole).

Sinceramente, no sé con qué, cuánto, ni cómo le estará pagando Joaquín Morales al abogado jerezano, pero lo que está haciendo y quiere hacer Bilbao por el Xerez Deportivo no tiene precio. El nazareno tendrá que subir hasta la luna al actual presidente del Xerez si le deja el equipo en Primera División y con un complejo deportivo. Desde Dos Hermanas muy seguramente le estará pidiendo otra ruleta a Zizu Bilbao.