Opinion

Barro hasta la barriga

Visitamos una de las muchas ganaderías de los alrededores de Jerez para observar el espectáculo del toro bravo sobre el campo mojado

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Hoy traemos la imagen de los campos embarrados como consecuencia de las cuantiosas lluvias que el invierno nos ha traído. Concretamente nos hemos trasladado a una de las muchas ganaderías de toros bravos que están alrededor de Jerez.

Si visitar una ganadería en primavera es ya un espectáculo, hacerlo en estas duras fechas invernales no lo es menos. Con días de calor, las lomas se visten de rojo amapola o del violeta encendido del cardo silvestre. Ahora no hay flores. Agua que se desliza por las pendientes y mucho barro. Ver al toro bravo andar por el barro también tiene su gracia. Toca tiempo de aguantar los muchos litros que vienen del cielo. Concretamente, en la ganadería de Cebada Gago está tomada la instantánea que traemos. Salvador García Cebada nos comenta que «son días muy duros para el toro, porque le cuesta una barbaridad moverse por su entorno». Van de un lado a otro lentamente, hundiendo las extremidades hasta la panza.

Por otro lado, el ganadero nos comenta que «como no hay mal que por bien no venga, también te digo que lo positivo es que se muscular mucho. Pierden algo de peso, pero los toros que se lidien este año posiblemente estén más musculados y por tanto más fuertes. O sea, pierden quizá en volumen, pero ganan en masa muscular».

Fuertes se les ve, y algunos hasta con el remate hecho para ser lidiados mañana en cualquier plaza de España. De hecho, para poco más de un mes, habrá que tener preparada la primera corrida que irá a Valencia.

El barro también existe, y los toros, al igual que otros animales que se seleccionan y cuidan en los campos de nuestros alrededores, lo sufren. Pronto llegarán las fechas buenas y con ello los pastos cuantiosos. Se pondrán fuertes y guapos. Ahora, sin embargo, también es espectacular verlos moverse por el barrizal.