TRIUNFADOR. Javier Fesser levanta su Goya al mejor director por 'Camino'. / REUTERS
JAVIER FESSER DIRECTOR DE 'CAMINO'

«'Camino' ha sido una película útil y necesaria»

El cineasta madrileño logró seis Goya, entre ellos el de mejor película y mejor director, con su tercer largometraje

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Con el Goya al mejor director en la mano -el de guión original se lo prestó a su productor, Luis Manso-, un cordial y emocionado Javier Fesser comentaba a los periodistas las «hermosas y bonitas» reacciones extracinematográficas que había recibido por Camino, la gran triunfadora de la XXIII edición de los Premios Goya. Y es que al realizador, guionista, productor y montador de este drama inspirado en una historia real y bautizado con el título de uno de los libros de José María Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei, obra en la que se educa la joven protagonista de esta polémica historia, le costará olvidarse de su tercera película. «Todo el proceso fue precioso, pero duro. No fue sólo hacerla, sino también comunicarla y defenderla. Por eso valoro tanto que los colegas de la industria, que saben lo difícil que es poner en marcha un proyecto de este tipo, nos premien con seis Goyas, reconocimientos que llegan en un momento idóneo porque creo que es hora de pasar página», confiesa.

Incondicional del cómic, género al que volverá, y autor de los dos cortos más premiados del cine español -con Aquel ritmillo ganó su primer cabezón- y de las taquilleras El milagro de P.Tinto y La gran aventura de Mortadelo y Filemón, este madrileño de 45 años traducía los seis bustos del pintor de Fuentetodos -mejor película, director, guión original, actriz protagonista, actor de reparto y actriz revelación- en que, al final, Camino «ha sido una película útil y necesaria. Me ha salido del corazón esta historia tan personal e íntima en la que nos hemos dejado la piel. Lástima que no todos lo han comprendido así», declara en relación a la controversia que generó en sectores cercanos al Opus Dei.

De nuevo, Fesser asegura que ni ha buscado la polémica y tampoco la ha alimentado. «Puede que sea un ingenuo, pero confiaba en que el Opus Dei aprovecharía la oportunidad para decir 'sí, somos así y pensamos de esta manera'. Su actitud me parece cobarde porque este es un retrato fidedigno de su forma de actuar y los miembros de la Obra no están acostumbrados a esto», expresa.

Se queda con lo positivo, con las más de 60 cartas de madres de numerarios-as del Opus Dei que, gracias a Camino, habían entendido lo que había sucedido con sus hijos «cuando habían desaparecido de sus vidas de forma inexplicable». No olvida tampoco la «cariñosa» felicitación de un transportista valenciano de sesenta años «que lloró con la historia, algo que no hacía desde niño. Me pidió perdón por haberse descargado el filme sin pagar y me aseguró que me haría un precio especial en caso de necesitar un transporte».

Muy satisfecho por los Goya de tres de sus intérpretes -Carme Elías, Jordi Dauder y la joven Nerea Camacho, lista a la que incluyó a Mariano Venancio, que no entró en las nominaciones- «porque vivimos un rodaje muy especial, todo fue muy intenso y emocional», a Fesser se le escapó el galardón a los efectos especiales. «Me encantan los efectos especiales, pero, curiosamente, las historias que abusan de ellos, me aburren. En Camino son casi invisibles -los usa para describir el mundo de los sueños de la pequeña protagonista-», destaca este profesional que ha hecho con «la misma seriedad y responsabilidad» su último y reconocido título que los trabajos anteriores, en los que incluye cortos, anuncios y videos industriales «porque con todo he aprendido y crecido», añade.

Premios y crítica al lado, pero sólo ha convencido a 200.000 espectadores, cifra que podría aumentar porque ya se sabe que los Goya alargan la vida comercial. «Espero aprovechar la oportunidad. Los que hacemos cine ponemos bastante de nuestra parte para que nuestro cine guste, y el espectador también tiene que poner algo y confiar en que las historias cercanas también merecen la pena. Pagar seis, siete euros por una buena película me parece un regalo, aunque si es mala, es caro», reconoce el cineasta, que, muy cauto, desvela que tiene desde hace tiempo un guión que ahora le está llamando. ¿Drama o comedia? «Sólo puedo decir que no tiene nada que ver con todo lo anterior», apunta.

Cine «con enjundia»

«Es muy reconfortante que a estas alturas te den un Goya. Daba el cine por perdido, creía que había muerto para mí», confiesa Carme Elías, la mejor actriz de 2008 para la Academia de Cine por encarnar a una madre que «cegada por la fe» entiende la agonía y muerte de su hija como una redención religiosa.

Veterana de las tablas, esta intérprete catalana con más de tres décadas en la profesión se impuso a Maribel Verdú, Ariadna Gil y Verónica Echegui por protagonizar la «valiente, atrevida y profunda» historia firmada por Fesser. «No creo que la película sea ofensiva, al contrario, es muy respetuosa porque habla de sacar lo mejor de uno mismo. Puede que para algunos lo sea, pero no veo a mi personaje antipático, sólo veo a una madre que ama a su hija y actúa según sus creencias. Esta mujer es muy coherente, actúa como sabe y puede», expone.

Teatro, cine y televisión. Ningún medio se le resiste a Elías, que no cree que el trofeo le sirva para tener más ofertas cinematográficas. «Trabajo continuamente, me muevo entre Barcelona y Madrid, y me gusta el buen cine, el que me estimula y proponga retos y tenga enjundia», declara. Y todos estos requisitos los encontró en Camino, el «regalo» que le hizo Fesser que preparó recordando los años que pasó en un colegio de monjas. «No me es desconocido lo de la más pura, la más buena, los sacrificios y todo lo que rodea la fe», señala Elías, que en breve pisará los escenarios catalanes con el texto de Bernard Shaw, La casa de los corazones.

No niega que tiene «alguna cosa de cine» para más adelante, pero Elías, que también ha hecho trabajos alimenticios «porque yo también me vendo», sabe muy bien que no hay «muchos papeles potentes y mucho menos para las de mi generación -tiene 58 años-», avisa esta mujer que no oculta que tenía ganas de que le dieran este pesado premio que colocará en el suelo.