EN JEREZ. Díaz Armas habló de los gustos literarios de adolescentes y jóvenes. / CRISTÓBAL
Cultura

«Es importante tender puentes entre la literatura juvenil y la de adultos»

Jesús Díaz Armas inauguró el Seminario Permanente de la Caballero Bonald Explicó que «no hay que plantear que los clásicos son lo único que se debe leer»

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El profesor de la Universidad de La Laguna, Jesús Díaz Armas, impartió ayer la conferencia inaugural del V Seminario Permanente de la Fundación Caballero Bonald dedicado en esta ocasión a la novela juvenil. Durante su intervención, -titulada En busca de un lector adolescente: paseo por la actual novela juvenil- el docente explicó que «es prácticamente imposible hablar de novela juvenil sin hablar de gustos literarios juveniles». Para Díaz Armas, «el adolescente es más díscolo y autónomo que en la infancia y es esa insumisión a los dictámenes de los adultos la que ha hecho avanzar a la literatura juvenil».

En el panorama creativo actual, el profesor destacó el calado que están teniendo en los más jóvenes obras como Crepúsculo, de Stephenie Meyer, o El niño del pijama de rayas, de John Boyne. «Creo que hay obras muy interesantes y también hay un lastre muy grande de otro tipo de literatura con menos ambiciones». Para el conferenciante «es evidente que estamos ante un tipo de novela con rasgos muy diferenciados, que la convierten en atractiva para lectores adolescentes y no sólo para ellos sino también para adultos. Es un medio estupendo de acercarse a la literatura».

Además de estas dos obras, los adolescentes tienen interés por otros géneros como la novela histórica: «En general, por todas las obras en las que haya una mezcla de lo real con lo fantástico. Es herencia de Harry Potter, Laura Gallego...» Otros temas atractivos son las historias de amor que «quizás calen más en las lectoras que en los lectores», aseguró Díaz Armas. «Creo que parte del éxito de esas novelas de ambientación gótica se deben a una trama amorosa importante. Los lectores se sienten a gusto viendo cómo progresa el enamoramiento de una muchacha hacia un vampiro».

En clase

En cuanto al fomento de la lectura en clase, la opinión del profesor, dada su experiencia, es clara: «Creo que sería necesario que se trabajase este tipo de literatura, que se hablara de tú a tú entre el adulto y el alumno, cada uno diciendo qué es lo que está leyendo, que se tiendan puentes entre la literatura juvenil y la de adultos, viendo que, al fin y al cabo, tratan aspectos similares y utilizan aspectos narrativos y resortes similares». Según el primer conferenciante de este Seminario Permanente, este tratamiento de la lectura «daría a los chicos más ganas de leer y se reafirmarían en sus gustos lectores».

Aún así, defiende la pervivencia de los clásicos a los que no hay que desterrar, por supuesto, de los pupitres. «Los clásicos también tienen que estar. Es misión del profesorado allanarles el camino pero es igualmente importante no platear que los clásicos es lo único que se debe leer, porque los adultos también necesitan en un momento dado leer otras cosas. Creo que es importante que ese mensaje cale: se puede leer lo que cada uno quiera».

Según Díaz Armas, «hay dos tendencias principales en la novela juvenil: las aventuras adolescentes y la novela de temática urbana, más conocida como novela realista». Además, se refirió a que en literatura juvenil sólo se pueden encontrar la novela y el ensayo. El profesor demostró también con un pequeño sondeo realizado entre sus alumnos universitarios y otros de Bachillerato que los gustos son similares. «Aún les siguen interesando narraciones que reflejen su mundo».

vmontero@lavozdigital.es