'Acusados', la historia de una obsesión

«La búsqueda de la justicia muchas veces no está avalada por la ley; lo que es legítimo a lo mejor no es legal». De esta premisa parte la actriz Blanca Portillo para definir la esencia de su papel, el de una jueza que persigue implacablemente a un empresario y político, porque le cree responsable del incendio de una discoteca que acabó con la vida de varias personas. Coronado será su antagonista, un hombre ambicioso y calculador. El titánico enfrentamiento entre estos dos personajes, y el oscuro entramado que se cruza en esta persecución, es la esencia de Acusados, el ambicioso thriller que estrena hoy Telecinco.

¿Cuántas caras tiene la verdad? ¿Dónde está la frontera entre el bien y el mal cuando se persigue un fin justo? Con estas interrogantes promociona la cadena de Mediaset esta serie que es el primer estreno relevante del año en un mes en que unas y otras cadenas perfilan su estrategia y miran al contrario a la hora de sacar sus mejores bazas. Antena 3, que tiene pendiente el estreno de una producción trabajada, Doctor Mateo, ha traslado al miércoles Los hombre de Paco para luchar con la competencia, mientras que La 1 viene anunciando en pantalla «el próximo estreno» de Águila roja desde estas navidades.

«Se está esperando a ver quien mueve ficha, pero nosotros salimos a pecho descubierto, satisfechos haber hecho los deberes y esperando que la audiencia haga justicia», mantiene Goyo Quintana, director general de la productora de la serie, Ida y Vuelta (Motivos personales), y promotor del proyecto.

Sin duda, Blanca Portillo interpreta un papel hecho a la medida, «de nuestra Glenn Close personal», como la tilda Quintana. La actriz se mete en la piel de Rosa Ballester, una jueza de instrucción de carácter duro e implacable, que se ha propuesto demostrar que Joaquín de la Torre (José Coronado) es el auténtico dueño de la discoteca Metrópolis en la que seis jóvenes resultaron muertos tras el incendio. Él acaba de reemprender su carrera política y la investigación de la jueza puede suponer un grave escollo. Ballester recurre al joven secretario judicial Jorge Vega (Daniel Grao) que, incapaz de rechazar tan prometedora oferta, se traslada a Madrid junto a su novia, Laura (Silvia Abascal), para colaborar con la investigación. Pronto se dará cuenta de que el caso es más oscuro de lo que parecía, de que el empecinamiento de la jueza delata algo más que una lícita sed de justicia y de que Laura es una pieza clave en la tela de araña. Jueza y político se lanzarán al abismo en una titánica lucha. Ella quiere descubrir la verdad y el sepultarla para siempre.

Personajes contradictorios

El productor de esta serie en la que amores, odios y rencillas se mezclan con la pura intriga, expone que «no hemos aprovechado que la justicia sea noticia para realizar esta serie, que no está inspirada en ningún caso real». La obcecación de la jueza y el comportamiento de su adversario van más allá del mundo judicial, según se verá en la trama y demostrará, según explica Blanca Portillo, «que los seres humanos tenemos contradicciones. Que no hay buenos y malos sino facetas y aristas».

El reparto lo completan Ana Allen, Goya Toledo, Elio Pedregal. Esperanza Elipe, Carla Nieto, Natalia Sánchez e Isabel Serrano, entre otros intérpretes. La serie empezó a rodarse en Salamanca para continuar en Madrid y alrededores con una cuidada factura, en alta definición.