Pedro Costa, durante el rodaje.
PEDRO COSTA

«Quiero entrar en la mente del asesino»

El productor y cineasta firma tres miniseries para TVE sobre los asesinatos más terribles sucedidos en España

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Han pasado muchos años desde que Pedro Costa, productor y cineasta con títulos como El caso Wanninkhof, Las 13 rosas y El caso Almería a sus espaldas, firmara La huella del crimen, una de las series de renombre en la televisión con episodios tan célebres como el de Jarabo. Costa sortea el morbo para tratar de indagar en el entorno y en los motivos del individuo. Ahora, más de veinte años después de aquel hito televisivo, el acreditado productor vuelve sobre el género para firmar tres nuevas historias en TVE, narradas en formato de miniseries o tv movies, sobre otros sonados casos sucedidos en España. Así, el productor tratará el crimen de los Urquijo, el de Anabel Segura y el de Joaquín Ferrandiz, un asesino en serie de Castellón. Este veterano profesional recuerda que ahora que la gran pantalla está en crisis, la industria se vuelca en la televisión.

-Están adquiriendo fuerza las miniseries y tv movies.

-Se juntan varias causas. Hay una crisis muy fuerte en el cine español, y, además, las televisiones se están dando cuenta de que son más rentables las miniseries y tv movies que el propio cine. Las películas llegan a la televisión bastante agotadas al haber pasado por distintos formatos (DVD, pago por visión...). Asimismo, la propia industria del cine está trasladándose a la televisión, desde Álex de la Iglesia y Calparsoro a operadores del nivel de José Luis Alcaine, que está trabajando en Doctor Mateo (Antena 3) y lo hace en formato digital. A los profesionales de la industria, la televisión les permite experimentar, cosa que no se da en el cine. Por este motivo en Estados Unidos, la ficción más interesante se está haciendo en la televisión.

-Cine y tele se dan cada vez más la mano ¿verdad?

-De alguna forma, es lo mismo. El problema está en que el cine español está pasando un mal momento. No obstante, como este año Almodóvar y Amenábar van a sacar nuevos estrenos, esa crisis se disimulará un poco. Debo decir que jamás había visto una pasividad tan grande como la de ahora a escala institucional entre los productores y las organizaciones sindicales.

-¿No hay apoyo?

-Ninguno. Todo está basado en unas cifras falsas. Dicen que se producen 140 películas, pero es falso. Este año ha sido horroroso, sólo dos o tres títulos han obtenido una recaudación que mereciera la pena. En televisión, sin embargo, se están haciendo miniseries y tv movies con entidad cinematográfica. Estas obtienen una mayor recaudación.

-Llevó recientemente a TVE El caso Wanninkhof. ¿Por qué insiste en el mundo del crimen?

-Porque son las historias más sorprendentes y menos anodinas, el motor de los argumentos más poderosos. Además, sirven para bucear en la sociedad. Me parece interesante indagar en la sociología de los crímenes y entrar en la mente de sus protagonistas.

-¿Cómo ha planteado el caso de los Urquijo?

-Se hizo un largometraje en su momento, pero no tenía el más mínimo interés, ni siquiera documental. Es uno de los casos más increíbles del siglo XX. Han pasado 25 años y no se acaba de comprender por qué no se resolvió judicialmente. La película va a desvelar por qué no se llegó más allá de condenar a Rafi Escobedo.

-Luego está la película sobre Anabel Segura.

-Aquí también tiene importancia el entorno de los dos individuos que cometieron aquella barbaridad. Por otro lado, se cuenta cómo por primera vez la televisión tomó una parte activa en el descubrimiento del caso; Quién sabe dónde, de Paco Lobatón, fue clave.

-¿Y El asesino dentro del círculo?

-Es un asesino en serie de Castellón que actuaba en los 90, Joaquín Ferrándiz. Quizá es el asesino en serie más fuerte de la historia de España, en la medida de que aparentemente era un chico ejemplar, que tenía un trabajo en una compañía de seguros e iba matando mujer a mujer, hasta cinco. Se intenta ver también el entorno de un psicópata.

-¿Hay más violencia ahora que en aquellos años?

-Hay más violencia en la calle, y luego está la violencia doméstica, con unas cifras que nunca se habían dado. Son distintos los motivos por los que se matan. De la época del hambre y desesperación de los 50 se ha pasado a los ajustes de cuentas por las drogas de ahora. Se siguen produciendo crímenes notables que tienen un entorno de película y de novela, pero la sociedad española no es más violenta que otras.