Opinion

Tácticas partidistas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La negativa del presidente Rodríguez Zapatero a atender la solicitud del primer partido de la oposición para comparecer de inmediato ante el Congreso de los Diputados y el acuerdo alcanzado por el PSOE con IU, ERC, BNG y CiU para que dicha cita se posponga a febrero y el jefe del Gobierno comparezca en dos ocasiones a lo largo del semestre reflejan hasta qué punto el debate político en torno a la crisis está sujeto a la táctica partidaria. Gobierno y oposición tienden a acomodarse en circunloquios que proyectan a la opinión pública, eludiendo responder a las inquietudes que albergan los ciudadanos. El presidente se equivoca al mostrarse tan esquivo al debate parlamentario, porque la sociedad y la economía necesitan que las incógnitas sean despejadas puntualmente, saber qué está ocurriendo hoy y qué puede pasar mañana en opinión del Gobierno. Por su parte, los dirigentes del Partido Popular yerran al culpabilizar al actual Ejecutivo de todo cuanto sucede mediante eslóganes, más que argumentos, que por ejemplo vinculan la actual tasa de paro a la gestión gubernamental.

La urgente necesidad de responder a la crisis financiera mediante iniciativas que favorecieran la liquidez de las entidades crediticias y de poner en marcha medidas de estímulo fiscal generó, en torno a la cumbre de Washington y al posterior acuerdo europeo, un consenso difuso que ha acabado ahogando la reflexión y el debate sobre la eficacia a corto plazo de los planes de rescate, la orientación de los estímulos fiscales, los límites del déficit público, las políticas más idóneas de cara a la defensa y promoción del empleo, o en qué medida han de ser apoyados sectores como el de la construcción o el de la automoción. El Ejecutivo no puede escurrir el bulto eludiendo su obligación de dar respuestas rigurosas a estas cuestiones. Pero el primer partido de la oposición tampoco puede soslayar su responsabilidad de abordar punto por punto dichos interrogantes, evitando el recurso fácil al trazo grueso de los lemas partidistas. El Gobierno no puede jactarse, por una parte, de que adopta medidas mientras, por la otra, se escuda en la incertidumbre para formular sus pronósticos con evasivas o con afirmaciones voluntaristas. Pero el PP tampoco puede postularse como alternativa cuando evita mostrar su apoyo al Ejecutivo y no concreta, a cambio, otras pautas de actuación frente a la crisis.