EX CHICHARRERO. Juanma, en un entrenamiento.
JUANMA NUEVO JUGADOR DEL CÁDIZ

Llega con la esperanza de redimirse

En su año y medio en Tenerife no ha estado al nivel de lo que se esperaba

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La nueva adquisición del Cádiz, todo hay que decirlo, no viene acompañado de buena fama. Pese a que en el escueto comunicado que el club tinerfeño colgó en su web para confirmar su desvinculación se le agradecía los servicios prestados, no es menos cierto que la directiva chicharrera estaba como loca por quitárselo del medio. A sus 32 años, Juanma Delgado tiene ante sí una buena oportunidad de redimirse en un club que debe devolverle, al menos, a la categoría de plata que ayer mismo abandonó.

Porque los últimos años de este onubense no han sido muy exitosos. Su paso por Tenerife ha dejado algo mancillado su currículum y son muchas las voces críticas que llegan desde las Islas Afortunadas. Amigo de la noche y algo informal en el día a día, Juanma nunca llegó a ganarse el cariño ni de la afición -que nunca le vio con buenos ojos- ni de la directiva -que nunca perdonó sus actos de indisciplina-, ni con la prensa -que desde el primer día lo vio crecido y desmotivado-.

Al margen de sus coqueteos con la fiesta, lo que más ha pesado a la hora de agilizar los trámites para darle la carta de libertad -le quedaba por cumplir un año y medio de contrato- han sido los altos honorarios que cobraba y el poco rendimiento que estaba dando sobre el terreno de juego.

Juanma Delgado llegó al Tenerife en plan estrella y dentro de un proyecto galáctico capitaneado por el mismo presidente que ha decidido cambiar de decisión dado el poco rendimiento que su estrella le dado bajo su sueldo. Miguel Concepción Cáceres lo presentó dentro de un elenco de jugadores que llegaban con el único objetivo de ascender al equipo.

Pero Juanma, que estaba avalado por sus buenos números en el Racing de Santander y por su paso por el Deportivo de la Coruña, nunca se encontró cómodo dentro de un proyecto tan ambicioso pese a ser uno de los jugadores que más encarecía el vestuario.

Pero la gota que colmó el vaso de la paciencia del entorno del equipo fue su presunta implicación en el caso Jesuli. Y es que desde San Sebastián, el presidente de la Real Sociedad Iñaqui Badiola señaló a Juanma como el precursor del supuesto amaño por dejarse perder frente al Málaga. Un hecho indemostrable pero que siempre deja tocados a su paso.

A pesar de que su llegada entusiasmó a buena parte de la afición porque se pensó que aportaría experiencia y calidad, este año apenas ha jugado bajo las órdenes de José Luis Oltra. Sólo dos partidos, ambos como titular, ha sido los que ha disputado. El momento clave en el que se le abrió las puertas del club insular fue a una jornada para el final de año y ni tan siquiera fue convocado pese a la cantidad de bajas que ofrecía el equipo. En su lugar, incluso, fueron dos defensas del filial. Era una señal inequívoca de que sus horas estaban contadas.

Después de un año y medio decepcionante, Juanma llega a Cádiz para aprovechar, quién sabe, su última oportunidad para hacer algo importante en la profesión que eligió. Tiene un año y medio para redimirse