Cuenta atrás para la modernización

No hay un minuto que perder. El alcalde de Chiclana y sus socios de gobierno lo saben, y desde mañana mismo tienen por delante el reto más importante al que se ha enfrentado la ciudad en los últimos años: adaptarse a las grandes infraestructuras pendientes y modernizar sus barriadas.

La tarea no resultará sencilla. Por delante quedan meses de trabajo burocrático y técnico que permitan el inicio de las obras de construcción del tranvía (con más de 45 millones de presupuesto), que previamente requerirán de un plan de tráfico y de unas medidas correctoras que incluyen la creación de nuevos viarios destinados a absorber el caos circulatorio permanente del centro urbano de Chiclana.

También en el apartado de infraestructuras, la ronda oeste es el segundo gran deseo para este recién estrenado 2009. Tras varios años anunciando su inminente construcción, la Junta dará el impulso definitivo a su proyecto el próximo día 15 de enero; tanto esta carretera de circunvalación hacia la costa que no atraviesa el casco urbano (de más de 60 millones de inversión estimada y 7 kilómetros de recorrido), como el tren metropolitano podrían ver la luz a finales de año o comienzos de 2010. En otros capítulos de la gestión municipal también se producirán cambios significativos, que supondrán una auténtica revolución antes de seis meses. Por ejemplo, la puesta en marcha casi simultánea de los 45 proyectos de obra incluidos en los 13,1 millones de euros del Plan de Inversiones y Empleo del Gobierno Central para Chiclana.

Esto significará que la ciudad se ponga patas arriba, puesto que entre las obras «inminentes» que se contemplan están la modernización de la red de aguas, fecales y pluviales de Majadillas Bajas (casi 2,2 millones de euros), la mejora de los sistemas generales de la barriada de El Pilar (otros 2,1 millones más) o la reurbanización de Los Gallos (1,4 millones) y San Andrés Golf (750.000 euros).

Suelo industrial

A todas estas obras y proyectos de ejecución inmediatos hay que sumar la gestión en otros tres frentes, que deberán dar resultados en los próximos meses.

Sin duda, el que más interés tiene para el gobierno de PSOE, PSA e IU es el desbloqueo del que será el quinto polígono industrial de la ciudad, tras El Torno, Pelagatos, La Hoya y Urbisur. Con más de 340.000 metros cuadrados, Miralrío está pendiente del deslinde de una vía pecuaria que lo atraviesa en parte para que comience su urbanización en parcelas destinadas fundamentalmente a pymes.

El Centro Comercial de La Longuera, que incluye en su proyecto la construcción de una plaza de toros multiusos, o el impulso a la puesta en valor del poblado de Sancti Petri (pendiente de la adscripción a Costas), son otras de las piezas clave de este puzzle que deben llevar a la transformación y modernización definitiva de Chiclana. Todo ello sin olvidar la dotación de servicios al extrarradio y la regularización de las 15.000 viviendas ilegales de las Áreas de Gestión Básica.

En 2009 verán la luz las primeras obras de este proceso. Rana Verde será una de las primeras zonas en recibir servicios básicos, aún cuando el Plan Director de Infraestructuras no verá la luz de momento como estaba redactado.

Todo ello enmarcado en una política de «control del gasto y austeridad» anunciada por Román para el Ayuntamiento, «para combatir la crisis que se viven, evitar el despilfarro de fondos y rentabilizar las inversiones».

Con un guiño a la iniciativa privada, «a la que haremos la pelota constantemente», y con las críticas a «la dilapidación de la imagen de Chiclana» que a juicio del alcalde llevó a cabo el anterior gobierno municipal, 2009 llega con expectativas pero con un camino lleno de obstáculos a superar.

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