Gerrard, Wade y el 'boxing day'

Supongo que habrán escuchado la palabreja en cuestión durante los últimos días, pero, por si acaso, yo se la aclaro. 'Boxing Day': dícese de la festividad, celebrada principalmente en las islas Británicas y otras naciones que pertenecieron al Imperio Británico, que suele realizarse el 26 de diciembre y promueve la realización de donaciones y regalos a las clases más empobrecidas de la sociedad.

¿Y cuál es el mejor regalo que un futbolista le puede ofrecer al pueblo llano? Pues jugar partidos de competición. ¿Qué siga la fiesta! Si es que es de cajón. ¿Cuándo hay que organizar espectáculos? Pues cuando la gente pueda ir a verlos. ¿Y cuándo es la mejor fecha para ir a los estadios? En vacaciones; cuando los niños no tienen colegio; cuando los padres sacan tiempo de donde no lo hay para estar con sus hijos; cuando el ambiente de crispación se torna en alegría, armonía y villancicos. Blanco y en botella.

Lo que ocurre es que aquí en España un 'boxing day' sería inimaginable. Más de uno terminaría haciendo el otro 'boxing' con los dirigentes que le obligaran a jugar un día después de Navidad o el día de Año Nuevo, como ha ocurrido en otras temporadas en la Premier. ¿Recuerdan cuando hace un tiempo se dejó caer la posibilidad? Bien se encargaron de movilizar a Gerardo Movilla y la AFE para pusieran el grito en el cielo y reclamara sus derechos a vacaciones como cualquier mortal. ¿Qué cinismo! Y eso que no les estoy pidiendo que hagan como la estrella de la NBA Dwayne Wade, que le regala una iglesia a su madre o una casa a una familia que acaba de perder la suya en un incendio.

Pero bueno, mejor eso que no hagan como Gerrard. El capitán del Liverpool se entusiasmó demasiado con esto del 'boxing day' y el domingo después de ganarle 1-5 al Newcastle se fue de parrando estaba a las dos y media de la mañana pegándose golpes junto con cinco amigos en un pub.

dgutierrez@lavozdigital.es