Oleaje mortal

os efectos de las adversas condiciones meteorológicas dejan constancia de que los temporales pueden arrojar consecuencias mucho más graves que el incordio que provocan en la vida cotidiana, por lo que conviene no desatender los llamamientos a la prudencia. La muerte en las últimas horas de cuatro personas en Valencia y en Cataluña a causa del fuerte oleaje causado por el empeoramiento del tiempo acredita la necesidad de no despreciar la propia seguridad cuando las previsiones son tan negativas. En cualquier sociedad desarrollada, los percances motivados por problemas meteorológicos siempre desconciertan por lo incompatibles que resultan con las medidas de prevención y de información que suelen desplegar los poderes públicos. Pero el imprescindible compromiso de las instituciones no exime a los ciudadanos de su responsabilidad a la hora de eludir peligros.