Cartas

Esquinas de Cádiz

Paseando por el caso antiguo se puede disfrutar con la contemplación de plazas, calles y de edificios. Hay algunos de una arquitectura de influencia italiana, que sorprenden por su conformación seria y recia, que dan una resultante de elegancia y armonía que se consiguió con la mezcla de las técnicas de los arquitectos gaditanos, genoveses y napolitanos, que en épocas gloriosas del pasado histórico de nuestra bella ciudad, se alzaron. Hay esquinas, que le dan un sello de sorpresiva y disimulada belleza a los edificios que la forman; son aristas talladas en toda su longitud, de arriba abajo, a modo de atlantes como elementos estructurales, pero que su función no es otra que, la de romper la monótona sobriedad de sus paredes convergentes imprimiéndole ese sello único de elegancia arquitectónica.

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Puedo citar algunas de estas bellas esquinas, que son para mí, objeto de embelesada admiración y que cuando paso por su lado, no puedo evitar pararme para contemplarlas; son como una hermosa sinfonía, que cuanto más la escucho, más me gusta y cada vez más. Pero ¿qué lástima!, y este es el motivo de este escrito, ¿por qué, a quien corresponda, no evita con los recursos pertinentes, que cuando se hagan las obras de mantenimiento de estas joyas del arte arquitectónico, que la cubran con capas de pintura como al resto de los paramentos, ocultando así la naturaleza de los materiales empleados? Hay otras hermosuras con ochavas de sello neoclásico, pero no debo extenderme más si quiero que me publiquen por lo menos esto, para reconocimiento de paisanos y conocimiento de foráneos. Jaime Álvarez Cabrera. Cádiz.