Ultramarinos Barreda

bicado en el número 1 de San José, El Ultramarinos Barreda lleva despachando fiambre, bacalao y conservas desde 1894. Fue abierto por el montañés Antonio Gómez de Barreda, según refleja la licencia de apertura que muestra Antonio Melero, el actual propietario. «Cuando compré el local mantuve el nombre por aquello de la tradición y no hice reformas. Está todo igual que lo encontré salvo las pertinentes ma-nos de pintura», aclara orgulloso. Y es que entrar allí supone viajar en el tiempo a décadas pasadas, una época en la que los almacenes de los montañeses estaban en auge. Todo el mobiliario es de madera así como los altos techos desde donde cuelgan las paletillas de jamones de jabugo y dos ventiladores de esos que ya no existen. Tampoco faltan los cajones para «la mercancía a granel, así como la tradicional trastienda». / J. M. V.