Barbate celebra un sorteo milenario de tierras comunales entre sus vecinos

- El Ayuntamiento de Barbate ha acogido hoy el tradicional sorteo de las Hazas de la Suerte, unas tierras de labor pertenecientes a los vecinos de Barbate y Vejer de la Frontera que tienen la consideración por ley de propiedad comunal y pertenecen al pueblo desde el siglo XIII.

"Y es que la Navidad viene reforzada por una ilusión de antaño que visita Barbate cada cuatro años, y éste toca", ha destacado a Efe el alcalde de la localidad gaditana, Rafael Quirós, quien ha subrayado que el sorteo ha llevado "mucha felicidad" a los 124 agraciados en esta ocasión, que tendrán la posibilidad de explotar ellos mismos las tierras o cedérselas a un agricultor o ganadero.

Quirós ha explicado que esta actividad es "única en España", quizá comparable al Tribunal de Aguas de Valencia, que desde el período de la Reconquista tiene una idiosincrasia propia y un vocabulario autóctono que le da entidad.

Así, esta mañana el Salón de Plenos del Consistorio barbateño ha acogido la celebración del sorteo, en el que han intervenido dos bombos.

En uno de ellos se han incluido las 1.330 bolas de otros tantos vecinos que participan en el sorteo de este año, y en el segundo bombo se encuentran las bolas de las 124 Hazas.

Dentro de cada bola hay un documento en el que figura su nombre, el partido o zona geográfica en la que se encuentra situada, organizadas por "caballerías", y consta también la renta anual que toca, que oscila entre los 400 y los 1.200 euros.

Las Hazas de la Suerte tienen la consideración por ley de propiedad comunal y su administración está en manos de un grupo de vecinos elegidos al efecto y que constituyen, junto con la Corporación Municipal, la llamada Junta de Hazas.

Entre los años 1982 y 1984 fueron expropiadas por el Ministerio de Defensa 70,5 Hazas de Barbate, cercanas a los Montes de Retín, para su utilización con fines militares.

Desde entonces, lo que en realidad se ha sorteado de estas Hazas ha sido un porcentaje de los intereses reportados por el dinero de aquella expropiación, mientras que con el resto se continúa con el procedimiento normal.

Cada cuatro años se ultima y modifica el padrón, excluyéndose sólo aquellos que hayan sido agraciados con alguna Haza, quienes hayan fallecido sin descendientes, quienes se hayan empadronado en otros municipios y los viudos o viudas que hubiesen contraído segundas nupcias con personas que se encuentren incluidas en el Padrón de Hazas. Así, el Padrón sólo volverá a confeccionarse una vez que haya tocado a todo el mundo.