A LAS PUERTAS. Los visitantes y los pacientes tuvieron que salir al exterior. / FRANCIS JIMÉNEZ
PUERTO REAL

El Clínico ensaya un desastre masivo

Los servicios de emergencia organizan durante hora y media un supuesto desalojo completo del hospital causado por un incendio en sus alrededores

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Todas las alarmas saltaron ayer en el Clínico de Puerto Real. Pero aunque las caras de los servicios de emergencia mostraban la mayor de las seriedades se trataba de un simulacro para comprobar, precisamente, la coordinación de los distintos servicios y comprobar los protocolos de actuación en caso de un accidente grave que pueda poner en peligro a todo el edificio y a sus pacientes.

La acción de esta película particular comenzó con la detección, por parte del vigilante que realiza la ronda por el exterior del hospital, de un incendio en una subestación eléctrica cercana y que se extendía rápidamente a la zona forestal contigua. Inmediatamente, las llamas imaginarias alcanzaron al edificio de consultas externas y parte de la zona de aparcamientos.

En el ejercicio, que se enmarcaba dentro del Plan de Emergencias del centro sanitario, participaron más de cien personas, entre ellos, personal sanitario del propio hospital y numerosos figurantes, efectivos del 061, 112, Grupo Regional de Emergencias de Andalucía (GREA), Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) del distrito sanitario Bahía de Cádiz-La Janda, Consorcio Provincial de Bomberos, Protección Civil, Guardia Civil, y agentes de la Policía Nacional y Local.

En cuanto a los medios técnicos de la intervención, que duró aproximadamente hora y media, intervinieron dos autobombas, una rural pesada y otra ligera, con cuatro bomberos del parque de Tres Caminos, que salieron de sus instalaciones a la misma hora de iniciarse el presunto incendio y establecerse el riego establecido, para conferir más veracidad al simulacro y no estar preparados cerca del hospital. Del mismo modo, hasta la zona se desplazaron en el tiempo supuestamente de reacción ante una emergencia numerosas ambulancias y otros vehículos de los servicios especiales de urgencia.

Para jugar con la situación que podría suponer un incidente de tal gravedad y hacer el ejercicio lo más real posible, se clausuraron las consultas externas, se reestructuró a todo el personal, se localizaron los hidrantes, y se pusieron en marcha todos los dispositivos de urgencia, procurando alterar lo menos posible a los usuarios que acuden diariamente al hospital, aunque se clausuró la zona, estableciendo también el grupo electrógeno y a la postre la gestión del protocolo de urgencia. Asimismo, se dio aviso a Endesa para que cortara el suministro eléctrico en la subestación, y se emplearon las mangueras para echar agua y sofocar el teórico incendio.

El supuesto saldo de afectados se cuantificó en un total de 42 heridos -seis por quemaduras y 30 por humo- entre graves y leves, algunos de ellos niños. El personal sanitario, que tenía preparados a numerosos figurantes, actuó de la forma más verídica posible, realizando traslados de presuntos pacientes, auxiliando a los heridos, personas con hipotéticas inhalaciones de humo aplicándoles oxígeno y tratando situaciones de histeria.

puertoreal@lavozdigital.es