REDADA. El sospechoso Giuseppe Scaduto, escoltado por oficiales de los Carabinieri tras la operación de ayer. / AP
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Derrumbada la cúpula de la Mafia

Las autoridades italianas logran frustrar un nuevo intento de reorganizar la «comisión provincial» de la Cosa Nostra

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Las fuerzas de seguridad italianas han atestado un fuerte golpe al renacimiento de la Cosa Nostra en Sicilia. Ayer fue desarticulada en esa isla mediterránea una red mafiosa que pretendía reorganizar la mafia siciliana y que, por el momento, ha permitido la detención de unas 89 personas. La operación, emprendida desde la mañana de ayer por los Carabinieri bajo el nombre de Perseo -el personaje mitológico griego que logró la decapitación de Medusa-, se desarrolla a través de distintas localidades de Sicilia y la Toscana (centro de Italia) con la finalidad de ejecutar las 99 órdenes de arresto emitidas contra presuntos miembros de la incipiente organización, como parte de una medida cautelar dictada en el marco de una investigación policial iniciada hace nueve meses. Entre las órdenes de arresto figuran las de importantes jefes de la mafia siciliana, así como las de colaboradores que pertenecerían a familias mafiosas.

El proceso de reorganización de la entidad criminal requería de una nueva ejecutiva. Por ello, dentro de los planes de los sospechosos estaba reunir una nueva «comisión provincial» de la Cosa Nostra, el órgano dirigente de la banda mafiosa. Los investigadores creen que detrás del intento de reconstruir la cúpula del crimen organizado siciliano se encuentra el mafioso Matteo Messina Denaro, huido de la justicia. «Si con la operación Gotha de junio de 2006 Cosa Nostra estaba de rodillas, con esta operación Perseo se le ha impedido volverse a levantar, cortando todas las cabezas pensantes de una nueva estructura de comando que habría querido llevar a cabo, como en otro tiempo, cosas graves», afirma el fiscal antimafia Piero Grasso. Según Grasso, esta incipiente organización tenía en mente varios actos criminales, entre ellos, el ataque a algunas instituciones italianas. Las investigaciones se han podido llevar a cabo gracias a intervenciones telefónicas en los lugares donde se reunían los supuestos promotores de esta organización para discutir nuevas estrategias. En julio pasado, la prensa italiana ya apuntaba a la posibilidad de que la Cosa Nostra se estuviera reorganizando tras el el duro golpe que supuso la detención en 2006 del «jefe de jefes», Bernardo Provenzano, y de su «sucesor», Salvatore lo Piccolo, en 2007.

La comisión

Después de la detención de Lo Piccolo, la Policía consideró que la Cosa Nostra se había quedado sin dirección y que era una organización sin estructura. Provenzano asumió el control de la Cosa Nostra en la década de los ochenta junto a Salvatore Totó Riina tras una cruenta guerra de clanes, un control que pasó a ser completo después de la detención del segundo en 1993 y que mantuvo durante más de una década.

Precisamente, una de las víctimas más ilustres de Riina, el juez Giovanni Falcone, desveló con la ayuda del arrepentido Tomaso Buschetta el funcionamiento del proceso de decisión dentro de la organización criminal siciliana. Según el célebre Teorema Falcone-Buschetta, se determinó que ninguna acción relevante de la Cosa Nostra -incluidos los asesinatos- es ejecutada sin la orden expresa de la comisión. Bajo esta premisa, se ha logrado imputar directamente a todos los integrantes de los clanes mafiosos por todos sus delitos, criterio que ha trascendido a la legislación penal internacional.