Sara y Zan, dos gaditanos en busca del éxito en el 'reality' de danza 'Fama ¿A bailar!'

La moneda ha caído de cara para Sara Clavijo, de 24 años, que ha sido la primera en ganar la inmunidad en el programa. La bailarina -pareja de baile de Muny- ha protagonizado «una evolución que está gustando mucho a los profesores», según declaraba ayer Carlos Mariscal, su pareja que la espera fuera del programa. «Ella entró temiendo a los demás porque no tenía tanta preparación, pero estrá aprendiendo todo muy rápido», dice Mariscal. Sara nació en Jerez en 1984. Junto con sus padres Mariano y Manoli y su hermano Mariano forman una «familia unida». Con tan solo tres años comenzó a asistir a clases de sevillanas. Un tiempo después hizo su incursión en el mundo de la gimnasia rítmica, una aficiónón que le llevó a participar en varios campeonatos.

Pronto conoció al bailarín y profesor de hip hop en la academia Esencial Dreams, Ilde García. «El fue el culpable de que la flecha del baile se clavara en su corazón», dice Mariscal, que sigue el programa con el profesor. De esta experiencia surgió el grupo D-KRAYS, compuesto por un grupo de chicas de su escuela y buenas amigas y capitaneado por Ilde. En ese contexto, Sara vivió sus primeras actuaciones ante el público.

La noche es la otra faceta de Sara, que ha trabajado frecuentemente como gogó y bailarina de performance en las mejores discotecas, sobre todo en jerez. Antes de entrar en el concurso, pertenecía a la plantilla de la empresa Simbiosis con Carlos Mariscal. Además, trabaja como dependienta en una conocida tienda de lencería en un centro comercial de Jerez.

Zan, lesionado

La cruz de la moneda ha sido para el concursante más exótico de la edición. Marcos se hace llamar Zan y permanece sin bailar, ya que está lesionado, aunque eso no significa su salida de la academia. La pareja de Eli nació en Cádiz en una familia de origen chino. Tiene 25 años y es instructor de Hip Hop en la escuela DFOW de Málaga, donde vive desde hace años. Su principal virtud «es la paciencia» y su principal defecto es que es «excesivamente disciplinado». En sus ratos libres le gusta dibujar, cantar y practicar artes marciales. / F. APAOLAZA